--¿Cómo es la Europa de las personas que ustedes reivindican?

--Para empezar no está mal hablar de las personas en Europa porque siempre se habla más de otras cosas. Hay que pasar de los bancos, de los mercados y recuperar a los ciudadanos. Hablamos de solidaridad, de fraternidad, de empleo, de ecología, de sostenibilidad, de cultura, y sobre todo de volver a estar cerca de la gente. Europa ahora piensa en otras cosas.

--¿Y las personas están pensando en Europa?

--Yo creo que poco. Pero no solo en Europa, también piensan poco en los políticos, en los partidos porque la ciudadanía estamos muy defraudados. Nos han engañado por eso es lógico que nadie quiera ir a votar. Pero a mí me gustaría animar a la gente a que acuda a las urnas porque es importante cambiar esto. Lo más rebelde ahora es votar para darle la vuelta a Europa, si no esto va a ir a peor. El PP no piensa cambiar sus políticas y tampoco Bruselas. Tiene que ser la gente la que imponga el nuevo rumbo.

--¿Y cómo se puede romper con la apatía y el desapego de la gente?

--Cambiando de políticos, los que ocupan todos los días las primeras planas de los periódicos. No los alcaldes y concejales que la mayoría no cobra sueldo. Me refiero a esa casta, que ha invadido la política. Tenemos que volver a pensar en la gente de la calle y quitar los que nos han mentido y lo han hecho muy mal.

--Los grandes partidos están lanzando como mensaje que votar a los pequeños no sirve para nada.

--Claro, pero una tiene la esperanza que la gente piense. Los que nos han traído hasta aquí son los partidos mayoritarios. Son sus políticas, las que inició el PSOE y luego continuó con ardor el PP. Estamos llegando a situaciones de desigualdades sociales muy preocupantes. Y esto va a más. Cada vez hay más ricos y más pobres. La clase media está desapareciendo. ¿Eso qué es? Que apelen al voto para los grandes partidos es síntoma de que tienen miedo. Espero que la ciudadanía se dé cuenta de que así no podemos seguir, que el PP está haciendo las cosas muy mal y no está defendiendo a las personas. Yo estoy más cerca del PSOE, pero también la han fastidiado mucho.

--¿Cómo casa que Equo, con el que comparten coalición, esté en contra de la quema de carbón con su postura, siempre a favor del futuro de las cuencas turolenses?

--Hemos defendido a los mineros y sabemos que para nuestras comarcas mineras es su futuro inmediato y estaremos con ellos. Pero también sabemos que el futuro de estas zonas está en buscar alternativas económicas que sean viables y sostenibles. Lo que hay que conseguir es no perder más dinero y construir esas alternativas para que la gente no tenga que emigrar.

--¿Qué políticas sociales quieren para Europa?

--Planteamos una renta básica para todos los ciudadanos que garantice la vivienda, la educación, la sanidad, la luz, el agua y la alimentación. Ahora tenemos gente que no puede ni calentarse. Y debemos acabar con la pobreza infantil, que es uno de los temas más urgentes. Tenemos que pensar más en las mujeres para luchar contra el terrorismo machista. Y no podemos olvidar la inmigración. Todo esto afecta a Aragón, pero ante todo tenemos que recuperar la dignidad de las personas.

--Da la sensación que de todo esto no llega nada.

--No, no. Lo que recibimos de Europa son los recortes, pero el 80% de las decisiones que se toman en España proceden de Bruselas. Solo llega lo malo.

--Y los fondos europeos.

--Sí, pero no se tienen en cuenta las características específicas de Aragón. Nos cuentan la población que tiene Zaragoza y no percibimos lo que nos corresponde. Por eso vamos a proponer que se calcule el reparto de fondos por comarcas porque es un sistema de medición más efectivo y real que el que se hace por provincias.

--De la Política Agraria Común sí que está llegando más dinero.

--Sí, pero debe cofinanciarse por el Gobierno de Aragón. ¿Y cómo están las cosas ahí? Económicamente no estamos bien. Y la PAC tiene que llegar a la realidad aragonesa, a las pequeñas explotaciones, a los agricultores que apuestan por la calidad, a promover el cambio generacional. Esta comunidad tiene que ser entendida en Europa, que es algo que hasta ahora no se ha conseguido.

--En comunicaciones tampoco se ha entendido mucho.

--No. Ni Europa, ni el PSOE, ni el PP ni el PAR. Nuestra prioridad es la reapertura del Canfranc. Pensamos que tiene que ser la línea a seguir. Es una reivindicación muy antigua. Los grandes partidos todavía no se han dado cuenta de lo que ha pasado. Hemos hecho aeropuertos, ciudades de las artes y las letras... No hemos aprendido nada. La Travesía Central del Pirineo no se puede hacer a corto plazo. El Canfranc es barato y factible.

--¿Y una voz aragonesista en medio de un Parlamento de 721 escaños qué puede hacer?

--Muchas cosas. ¿En el Congreso qué hacía mi padre? Pues muchas cosas. Hacer que se oiga la voz de Aragón.

--Una de sus banderas ha sido la de las lenguas. ¿Qué se puede hacer para recuperar la dignidad de las aragonesas?

--Hay que defender el patrimonio y la gente que habla aragonés y catalán tiene derecho a hablarlo. Es nuestra cultura y el PP acaba con eso.