Mientras el PSOE federal trata de recomponerse, el alcalde de Zaragoza, Juan Alberto Belloch, tampoco quiso ayer hacer declaraciones públicas. Sabida es su discrepancia política con el secretario general saliente, Alfredo Pérez Rubalcaba, y consideró que ayer se podría malinterpretar cualquier impresión suya. Fuentes cercanas al alcalde indicaron que, no obstante, considera que si el partido lo considera oportuno, él está en disposición de continuar liderando el proyecto socialista en la ciudad de Zaragoza, aunque sigue sin despejar la duda respecto a su futuro o si a se presentará a las primarias. Mientras un amplio sector del PSOE considera que esta incógnita debería despejarse ya, todo apunta a que Belloch esperará --al igual que su posible adversario Carlos Pérez-- a conocer quién es el próximo secretario general.