El PP mira a su izquierda y ve al PSOE sin resuello, mirando a meta con la mirada perdida. Es una cuestión de sensaciones y los populares creen que llegan mejor al final de la campaña. Luego están los datos objetivos: los conservadores consideran que han logrado movilizar más y mejor a los suyos, que sus mítines han estado más concurridos. En el combate virtual se consideran ganadores a los puntos. Claro que falta el asalto del domingo y ahí todo puede pasar.

Los populares zanjaron anoche su campaña a orillas del Ebro, en el Molino de San Lázaro. Por la mañana su secretario general Octavio López, ideólogo del tempo electoral del PP en la comunidad, hizo su balance. Los datos son 98 mítines, 40 actos sectoriales y 4.500 kilómetros recorridos por su candidata, Verónica Lope. Han pasado por Aragón el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, el número uno a Europa, Miguel Arias Cañete, el ministro de Economía, Luis de Guindos y la titular de Trabajo, Fátima Báñez.

ESTRATEGIA Cada uno ha contribuido a construir el relato el mensaje electoral del PP. Los conservadores han insistido en la importancia de Europa; en que los recortes y esfuerzos de los últimos años han conducido a la recuperación y al empleo y que Aragón con Luisa Fernanda Rudi y Rajoy, la comunidad se ha situado en referencia en el ámbito nacional y se han impulsado las obras del Pacto del Agua. De por medio las críticas al PSOE como causante de todos los males y el peligro de reincidir en ellos si ganan los socialistas. Sin olvidar el desdén hacia los partidos pequeños, una vía de escape más preocupante de lo que se quiere reconocer. El voto útil ha rondado el mensaje popular día sí y día también.

Son conscientes los populares que no tenían a la mejor candidata, pero ha logrado salvar la campaña con "trabajo", sin errores. Propiaciado en parte porque los partidos de la izquierda se han enzarzado más entre ellos que con el PP. Los conservadores, explican desde la dirección, han ido etapa a etapa y han logrado poner encima de la mesa sus líneas electorales: Travesía Central del Pirineo (TCP), reapertura del Canfranc, la importancia del Carbón, la apuesta por la logística o la marca Corona de Aragón.

No son malas las sensaciones en las filas populares. Se acabó el esplendor triunfalista del 2011, seguramente para no volver, pero ver al PSOE tan el huesos da al PP cierto respiro. Y por la izquierda surgen partidos que pueden restar votos a las hasta ahora predominantes. También los conservadores tienen a UPD como amenaza creciente, aunque no preocupante.