El Partido Popular ganó las elecciones europeas en Aragón, aunque sin alardes. No había euforia, ni mucho menos, en el hotel en el que los populares celebraron la noche electoral. Más cierto alivio, como de haber salvado los muebles. Los conservadores se dejan casi 14 puntos respecto a los comicios del 2009, con la salvedad de que entonces fueron batidos por el PSOE y en esta ocasión han resultado vencedores.

El PP aragonés sale fortalecido en el ámbito nacional, al lograr dos puntos porcentuales más que la media de las comunidades. Los conservadores de la comunidad lograron un 27,81% del voto, cuando en el 2009 consiguieron el 41,69%. La pérdida de confianza es notoria. Lo achacan los populares al desgaste que suponen las medidas que se han tomado tanto en el Gobierno central como en el autonómico. Y los errores del candidato, Miguel Arias Cañete, admitían ayer fuentes de la dirección, tampoco han ayudado.

El protagonismo en el análisis de los resultados lo tomó ayer la presidenta del Gobierno, Luisa Fernanda Rudi. Su implicación en la campaña ha sido notorio, por su capacidad de arrastre. Sin querer en entrar en comparativas con las pasadas autonómicas y municipales, la líder popular prefirió centrarse en los aspectos positivos. Aunque admitió que su satisfacción estaba lejos de ser plena.

Rudi asumió que los resultados no era "óptimos", pero matizó que se había producido "en las peores circunstancias posibles". Es decir en pleno proceso de recortes, con el paro creciendo y con el descontento creciendo en la calle. La presidenta insistió en que el PP ganó en Aragón en las tres provincias, en las tres capitales y en las principales ciudades: Calatayud, Tarazona, Barbastro o Alcañiz. En el 2009 solo vencieron, recordó, en la provincia de Teruel.

La lideresa popular achacó todo el desgaste a las políticas que los gobiernos del PP han aplicado; a la acción de Gobierno. Aunque todo ha sido, dijo, para salir de la crisis. En su opinión la recesión ha pasado, aunque lamentó que durante la campaña su formación, y ella misma no hayan sido capaces de "hacer llegar a la gente" que la recuperación ya es una realidad. "No ha habido tiempo", dijo. Aunque ante la evidente pérdida de apoyos admitió que la sociedad había mostrado su "descontento".

AUTONÓMICAS Los populares cerraron la campaña europea con las miras puestas en las autonómicas. Como termómetro les ha servido para darse cuenta de que las próximas elecciones van a ser más complicadas que nunca, con más partidos y con un resultado imprevisible. Rudi insistió en este mensaje cuando se dirigió a los suyos --la candidata, Verónica Lope no intervino--. Los conservadores son conscientes de que tendrán que remar y mucho no solo para ganar --que lo ven posible-- sino para poder gobernar.

La mejor tarjeta de presentación que tienen ante los ciudadanos es la salida de la crisis y sobre todo la creación de empleo. Ahí están depositadas todas sus bazas para salir airosos en medio de la tempestad que supone un escenario político cambiante y con rivales que puedan dar la sorpresa y convertirse en fuerzas a tener en cuenta. Podemos fue ayer la sorpresa. La presidenta no quiso ni siquiera valorar su resultado, pero existe temor de que surjan partidos del mismo corte, con buenos candidatos, pero por la derecha.