Albert Rivera no se ha mojado por Vox pese a la puerta abierta que ha dejado Pablo Casado para incluir en su gobierno a la ultraderecha. El líder de Ciudadanos ha afirmado que él estaba concentrado en desalojar a Pedro Sánchez del Gobierno y no en repartir sillones. "Es una falta de respeto repartirse ministerios cuando a lo mejor alguno se desinfla y no ganamos", ha recalcado.

Rivera ha hecho estas declaraciones en pantalón corto y camiseta naranja antes de ganar la Carrera Ciudadana de 2,5 kilómetros que ha transcurrido por el parque del antiguo cauce del Turia en Valencia y que organiza el partido. Una carrera que se ha celebrado en un ambiente muy festivo, con Rivera en primera posición, como no podía ser de otro modo, seguido de Toni Cantó e Inés Arrimadas, los dos muy parejos.

Edmundo Bal ha sido el tercero en cruzar la meta, y pisándole los talones la "número uno" por Valencia, María Muñoz.

RESULTADOS "HISTÓRICOS"

Rivera ha asegurado que las encuestas que manejan sitúan a la formación naranja "en resultados históricos" y, en todo caso, ha señalado también que no quiere ser sectario y que tiende la mano a todo el mundo, "salvo a los que quieren liquidar el país".

Y eso incluye también al candidato del PSOE, que en una entrevista en la Cadena Ser, ha pedido a Rivera que a partir del lunes reflexione y que no se cierre a un eventual pacto entre ellos.

"No nos ha tendido la mano, nos ha dado una torta", ha afirmado el líder de Cs, insistiendo en que no quiere ningún pacto con Sánchez.

De lo que van estas elecciones el domingo -ha dicho- es de si gana Ciudadanos o el PSOE "y si el PP se desinfla y Ciudadanos crece". A Sánchez, ha señalado, le desea lo mejor en lo personal "pero que pierda políticamente".