En Unidas Podemos hacen una lectura de los resultados electorales de forma global. Esto les permite hablar de que España ha elegido un Gobierno progresista y hacer un análisis en positivo. «La política del odio al servicio de los muy ricos ha sido derrotada», decía ayer el candidato por Zaragoza al Congreso, Pablo Echenique, en su cuenta de Twitter (no hizo declaraciones oficiales). «La mayoría quiere fraternidad y justicia social», continuaba. Sin embargo, si se baja al terreno de lo particular, la coalición Podemos-IU-Equo ha pasado de tener 71 escaños en el Congreso (45 sin contar las mareas autonómicas) a 42 (35).

El secretario de relaciones y alianzas con otras fuerzas políticas de Podemos Aragón, Iván Andrés, explicó que ha habido tres factores que han influido en la pérdida de votos, casi 37.000 en Aragón y un diputado por Huesca: el sistema electoral, que penaliza a la circunscripciones más pequeñas, el voto del miedo o útil que ha ido a parar al PSOE, fuerza alternativa para frenar a Vox, y las «crisis internas que han traspasado lo deseable».

Tras un análisis de los apoyos perdidos, Andrés explicó que el PSOE no ha vencido tanto por el trasvase de votos desde Unidas Podemos, sino por el aumento de la participación, que ha favorecido directamente a los socialistas. «El PSOE ha logrado movilizar a mucha gente con el voto del miedo», matizó.

En Aragón tienen la vista puesta en la próxima cita electoral, el 26-M. Según Andrés, el resultado del 28-A no tiene por qué repetirse en las elecciones autonómicas y municipales porque el escenario es completamente distinto. Para empezar la marca de Unidas Podemos desaparece porque no se presentan en coalición con IU, sino con Equo. Aparecen más agentes para repartir la tarta, como son el PAR y CHA, y «el PSOE de Aragón no es el mismo. Lambán no es Sánchez», explicó.

Para entonces, el miedo a Vox también se habrá diluido después de que el 28-A haya obtenido menos representación de los estimados en las encuestas. Además, en el caso de las municipales, Podemos no se presentó en el 2015, sino que fue Zaragoza en Común (ZeC) la que asumió el abanico de la izquierda del cambio. «Aquellos que quieran votar a Podemos ahora sí que tendrán una papeleta», explicó.

El principal rival de Podemos en Zaragoza será Pedro Santisteve que ayer valoró de forma positiva el resultado aunque admitió «la ciudadanía ha percibido una falta de unidad y la ruptura de las confluencias y ha desviado su voto». Lo importante, resumió, es que «ha frenado a la derecha. Hay una mayoría plural y diversa de izquierdas y esto es una buena noticia».