El socialista Herminio Sancho afronta su primera candidatura al Congreso por Teruel, y como cabeza de lista. Un paso desde su actual escaño autonómico que, por lo que cuenta, no espera que le cambie la vida demasiado. «Yo seguiré viviendo en mi pueblo y haciendo lo que hecho como alcalde y en las Cortes, luchar por Teruel», afirma. «Yo me organizaré para seguir viviendo aquí».

La campaña, la tercera de su trayectoria, tampoco le está trastocando. En primer lugar porque, como explica, «por circunstancias, mi pueblo queda en el centro de la provincia, y nada me pilla demasiado lejos. Ni demasiado cerca, claro». Y en segundo porque ve a la gente «muy ilusionada. Te demandan que acudas a los sitios, te quieren ver. Los socialistas están convencidos, pero también veo gente de otros partidos. Las agrupaciones están contentas y me siento muy arropado», asegura.

Tanto es así que no ha oído ni medio reproche porque las listas las acabara elaborando Ferraz y él ocupase el puesto de Ignacio Urquizu. «A la inversa, todo han sido apoyos. Yo tenía el del 96% de las agrupaciones y además soy amigo de Urquizu», recuerda.

La futurible llegada a Madrid la considera un paso natural desde el comienzo con «la mejor experiencia política, ques es la de alcalde. Y allí, en las Cortes y ahora en el Congreso lucharé por las grandes prioridades de la provincia, la despoblación y la reforma de la Política Agraria Común (PAC)», explica.

El trabajo en la capital no le es ajeno, según revela. «No es casualidad que durante estos meses el Gobierno de Sánchez haya destacado el trabajo de Isaura Leal en el Alto Comisionado contra la Despoblación, o la reunión en la que casi todas las comunidades pidieron eliminar los derechos históricos de la PAC, o las medidas de justicia fiscal para el ámbito rural. Yo he estado cinco ó seis veces en Ferraz, aportamos conocimiento del territorio», explica.

Y esto es lo que piensa seguir haciendo desde su escaño en el Congreso. «Mi prioridad es la despoblación, porque Huesca y Zaragoza, aunque también les afecta, algo suben. Hay que parar la tendencia y remontar, atraer a la gente que se ha marchado, aprovechando los recursos endógenos de la provincia y transformando la producción. Sobre todo diversificándola, porque ya vemos lo que pasa dependiendo de un sector, sea el carbón».

La receta pasa por seguir los objetivos medioambientales de la Agenda 2030 de la ONU -«no me imagino quién no lo puede apoyar»-, conseguir las infraestructuras viarias pendientes (sobre todo la A-68), llevar el agua a todas partes, conservar las ayudas estatales y europeas e impulsar las grandes infraestructuras, desde el aeropuerto de Caudé a Dimónopolis, además de Motorland. «Lo que hay que potenciar es Technopark, que sea un laboratorio de investigación de referencia», explica.

En definitiva, «garantizar que la gente siempre pueda seguir viviendo en su pueblo».