Pablo Casado visitó ayer Ciudad Real, Segovia y Madrid. Dos provincias pequeñas, en las que se disputan cinco y tres escaños, respectivamente, y la más grande, en la que se juegan 37. En la ciudad manchega dio un mitin ante mil personas mayores y en Torrabla de Calatrava, en la misma provincia, visitó una quesería vestido con una bata blanca. Dos horas después ya estaba frente al Acueducto y trinchando un cochinillo. Al atardecer, en la capital, protagonizó un acto al lado del Templo de Debod. A lo largo de la jornada prometió aprobar una estrategia nacional para evitar el maltrato de los mayores, aumentar el 15% las pensiones de las mujeres con más de tres hijos, crear un censo de enfermos de alzhéimer, defendió penas más duras para los «delitos de odio» en apoyo a la tauromaquia, se erigió como el candidato de la «clase media» y dijo que es un político «moderado» minutos antes de acusar a Pedro Sánchez de estar «patrocinando la sedición». Casado se multiplica, en persona y en mensajes. Quiere llegar a todos y a todo.

El presidente del PP juega con las encuestas en contra. Fuentes de su partido admiten que sus sondeos internos le otorgan casi 50 escaños menos. De los 137 actuales con los que cuentan en estos momentos, temen que caerán por debajo de los 100. «Nuestras encuestas nos dan entre 90 y 100, pero cada día, en esos trackings diarios, avanzamos poco a poco», señalan esas fuentes que también reconocen que Vox «sigue creciendo». Y lo peor para su objetivo declarado: no sumarían con Ciudadanos y los ultras. A los naranjas les dan en torno a 40. Esas fuentes no quieren concretar cuánto saca el partido de Santiago Abascal.

El líder del PP ha asegurado en más de una ocasión que no le preocupa la «sobreexposición» en campaña. Recuerda que ya hubo quien le advirtió en diciembre, cuando se volcó en apoyo de Juanma Moreno en Andalucía, y que, finalmente, su esfuerzo sirvió para que el PP lograra gobernar en esa comunidad, con el apoyo de Ciudadanos y Vox.

Fuentes del partido comentan que los programas de El Hormiguero y la entrevista con Bertín Osborne han ayudado a mejorar los apoyos, según revelan esos trackings diarios, admitiendo el impacto de las intervenciones de Casado, de esa «sobreexposición». En ese contexto remarcan la importancia de los debates y de la última semana, «cuando hayan acabado las vacaciones y se vuelva a la normalidad». Mientras tanto, el líder del PP sigue con el tono grave contra Sánchez. El PSOE pidió que Casado rectificara las «repugnantes acusaciones» que hizo la víspera el cabeza de lista de los populares por Huelva, Juan José Cortés. El padre de Mariluz acusó a Sánchez de «sentarse a la mesa con asesinos, criminales, violadores y pederastas».