El Partido Popular podrá seguir gobernando en la Comunidad de Madrid y recuperar el Ayuntamiento de la capital.

El PP de Pablo Casado no ha ganado las elecciones ni en un sitio ni en otro, pero con ayuda de Ciudadanos y de Vox, las derechas tienen en su mano conformar la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid y en el consistorio.

Si es cierto que el presidente del PP, Pablo Casado, se iba a jugar su liderazgo en el Partido Popular en la doble batalla de Madrid, se podría decir ahora que la victoria ha sido clara. El PP ha perdido escaños en ambos sitios, pero puede conservar el poder con ayuda de Ciudadanos y de Vox, con un pacto 'a la andaluza'. Además, ni en un sitio ni en otro, Ciudadanos ha logrado el ansiado 'sorpasso' sobre el PP.

Después de 24 años gobernando la Comunidad de Madrid, el PP puede seguir haciéndolo otros cuatro años más con su candidata Isabel Díaz-Ayuso, una apuesta personal de Pablo Casado. La suma de los 30 escaños del PP, los 26 de Ciudadanos y los 12 de Vox dan como resultado 68 escaños, un más que los 67 que conforman la mayoría absoluta en la Asamblea de Madrid.

En la comunidad autónoma, la candidatura socialista de Ángel Gabilondo ha conseguido el mayor número de escaños (37), pero la suma con los 20 escaños obtenidos por la formación de Íñigo Errejón, Más Madrid, y con los 7 de la candidatura de Unidas Podemos encabezada por Isa Serra no arroja la necesaria mayoría absoluta.

Por su parte, en el ayuntamiento de Madrid, el candidato del PP José Luis Martínez-Almeida, la otra apuesta personal de Pablo Casado, ha obtenido 15 concejales y tiene en su mano arrebatar la Alcaldía a Manuela Carmena (Más Madrid) con la ayuda, también, de Ciudadanos (11) y de Vox (4).

Al filo de las 24:30 horas de la noche, Carmena reconocía que las izquierdas ya no podrán gobernar la ciudad. La alcaldesa no quiso entrar a valorar si el fracaso de la candidatura de Madrid en Pie Municipalista de Carlos Sánchez Mato -que con unos 42.600 votos no ha logrado entrar en la consistorio-, ha podido resultar definitivo para que las izquierdas no hayan logrado imponerse a las derechas en el Ayuntamiento.