Las elecciones del domingo han confirmado el resurgir electoral del PSC. "Hemos retornado con fuerza a la primera plana de la política catalana consolidándonos como segunda fuerza", ha celebrado Miquel Iceta, que ha dado por concluida la "travesía del desierto". El líder de los socialistas catalanes, que ha destacado el hecho de que hayan doblados los resultados en Barcelona, ha avisado a ERC que no dé por sentada la alcaldía de la capital catalana. El candidato de los republicanos, Ernest Maragall, se impuso a Ada Colau por un puñado de votos, siendo tercero la apuesta del PSC, Jaume Collboni, con ocho representantes.

"Haremos lo que haga falta para que Barcelona tenga el mejor gobierno y que no tenga un gobierno independentista", ha advertido Iceta, señalando que el independentismo no solo no tiene mayoría en el consistorio barcelonés sino que también tiene hoy menos concejales que ayer. "Recomendaría a todo el mundo que no corra, que los partidos hablen y haya un gobierno progresista y estable", ha deslizado.

A los 'comuns' les ha recordado que un gobierno en minoría "no ha sido lo mejor ni para la ciudad ni para ellos". En caso de reeditar el pacto de gobierno con el 'colauismo', precisarían los votos de Manuel Valls para que prosperara la investidura. Iceta ha asegurado que de momento solo ha habido contactos pero que las negociaciones no han empezado. Aunque no ha olvidado la manera en la que Ada Colau decidió romper el pacto de Barcelona por el 155, el PSC no veta la reelección de la alcaldesa ni descarta ninguna fórmula de acuerdo con Barcelona en Comú. "Lo único que hemos descartado es hacer alcalde a un independentista y dejar a Vox la llave de las instituciones", ha apuntado.