Javier Lambán estima que los proyectos empresariales aprobados por la DGA durante la última legislatura y los que están ultimando, incluído un próximo anuncio «muy importante, relacionado con la economía del conocimiento», generarán «25.000 puestos de trabajo» en la comunidad.

Un colchón para limitar los efectos de la recesión económica que se atisba, junto con la «armonización fiscal» entre las comunidades que seguirá reclamando al Gobierno central. O la descentralización «del poder político» concentrado en Madrid, con la instalación de ministerios u otros órganos «en las principales ciudades» como Zaragoza, con el movimiento de funcionarios y lobis que esto conllevaría.

Así lo expuso el presidente del Gobierno de Aragón en el Foro ADEA, la última cita de un ciclo por el que han pasado todos los grupos políticos con representación en las Cortes, como preámbulo a las elecciones autónomicas y municipales del próximo 26 de mayo. Lambán estuvo acompañado en el hotel Hiberus por la candidata socialista a la alcaldía de Zaragoza, Pilar Alegría, además del presidente de Adea, Salvador Arenere, y el director de la cadena SER Aragón, José María Tejerina, como moderador.

Lambán expuso los principales logros de su Gobierno y esbozó su proyecto para revalidar el mandato tras los comicios de este mes. Recordó el incremento del gasto social y el mantenimiento de servicios públicos sin descuidar la economía, sobre la que incidió en el cumplimiento del objetivo de déficit, el descenso del paro o el liderazgo en crecimiento económico.

Sobre este apuntó como vía de futuro las relaciones con una China cada vez más aperturista -afirmó que están «próximos» a conseguir que el llamado tren de la seda pare en Zaragoza- y el impulso de la formación y la investigación, desde la agroindustria a las nuevas formas de movilidad como vías prioritarias de crecimiento económico. Incidió asimismo en una conexión de los centros de investigación y plataformas de Zaragoza, Huesca (Walqa y Plhus) y Teruel (Platea), particularmente en proyectos de «economía circular», uno de los cuales está pensado para paliar los efectos contaminantes del liderazgo en la producción de porcino.

ACUERDOS

En clave electoral, respondiendo a las preguntas de los asistentes, Lambán puso como único límite a futuros pactos postelectorales el «respeto a la Constitución y al Estatuto de Autonomía en su literalidad».

Pilar Alegría, por su parte, resumió en su intervención el decálogo de medidas y grandes proyectos con los que pretende devolver al PSOE la alcaldía de Zaragoza. Lo reflejó en un tridente formado por la «urgencia» (de recuperar la «normalidad» en el consistorio tras el «problema continuo» de ZeC), la prioridad (políticas sociales y mejorar las calles para una «Zaragoza escoscada») y «oportunidad» de mejorar la calidad de vida potenciando el conocimiento y el retorno joven.

El público estaba muy interesado en conocer cómo piensa financiar algunos de los grandes proyectos de su programa, como la línea 2 del tranvía, la construcción de 2.000 viviendas públicas de alquiler para jóvenes o la reforma de La Romareda. Y reiteró que la fórmula sería la colaboración público-privada.

En el caso concreto del tranvía, incidió en que tras la primera llamada que realizaría como alcaldesa, a Lambán, la segunda sería al Ministerio de Hacienda para intentar hacerles ver que parte de la deuda es de la sociedad constructora, como reflejan informes municipales. O cuanto menos para conseguir «un cuadro de amortizaciones favorable».

En cuanto al urbanismo, apostó por la rehabilitación de la ciudad consolidada, sin descuidar a los vecinos de las zonas periféricas y su conexión.