Emmanuel Macron asumió el riesgo de plantear las elecciones europeas como una batalla entre progresistas y nacionalistas, empleándose a fondo en la campaña para que La República en Marcha (LREM) venciera al ultraderechista Reagrupación Nacional (RN), el antiguo Frente Nacional. El presidente convirtió el escrutinio en un referéndum sobre su gestión, reeditando el pulso con Marine Le Pen que ambos protagonizaron en la segunda vuelta de las presidenciales del 2017. Esa apuesta la habría perdido.

Según los primeros sondeos difundidos por Elabe para la cadena de televisión BFM, la candidatura encabezada por el joven de 23 años Jordan Bardella (RN), habría ganado los comicios en Francia con un 24,20%de los votos. La lista liderada por la ex secretaria de Asuntos Europeos de 55 años Nathalie Loiseau, (LREM), formación que no existía hace cinco años, habría logrado un 22,40% de los sufragios.

En tercer lugar, la sorpresa la han dado los Verdes con un 12,7% por delante de los conservadores de Los Republicanos con un 8,3%. El Partido Socialista, que optó por el filósofo Raphaël Glucksmann como cabeza de cartel, confirma su declive con un 6,20%

Hace cinco años, el Frente Nacional ya fue el partido más votado -24,8% de las papeletas y 24 de los 74 escaños que le correspondían a Francia y en estos comicios Le Pen había puesto toda su energía en rentabilizar el auge de los extremismos en el viejo continente.

Si Macron se jugaba mucho este domingo, para Marine Le Pen era vital superar a la lista del partido presidencial para legitimar su liderazgo internamente y poner el punto de mira en las próximas presidenciales. De ahí que su principal mensaje haya sido animar a los electores a usar su papeleta como un voto de sanción al presidente.

El escenario que se abre ahora no es bueno para Macron. Este era su primer test electoral desde que alcanzó la presidencia y del resultado de este domingo dependía el margen de maniobra del que dispondrá durante el resto de su mandato.

De confirmarse estos primeros datos, no tendrá el respiro esperado tras seis meses de desgaste provocado por la crisis de los chalecos amarillos y la hoja de ruta para seguir transformando el país se verá alterada. En el horizonte se dibuja una amplia remodelación gubernamental e incluso un eventual cambio de primer ministro.

Unos 47 millones de franceses estaban llamados a las urnas para elegir a 79 eurodiputados (5 de ellos sólo se sentarán en sus escaños una vez que el Reino Unido abandone la Unión Europea) entre una cifra récord de 34 candidaturas.