Si en las elecciones del 2015, la irrupción de nuevos partidos varió considerablemente la composición del Ayuntamiento de Teruel hasta el punto de hacer perder la mayoría al Partido Popular, cuatro años después la situación ha dado una vuelta de tuerca más con la entrada de dos nuevas formaciones --Vox y Podemos Equo-- lo que amplía a ocho el número de partidos que se sentarán en el salón de plenos.

El PP ha vuelto a ser el más votado, aunque ha pasado de 8 a 7 concejales, y su candidata y actual alcaldesa, Emma Buj, podrá revalidar la alcaldía gracias a la suma del bloque de derechas. Incluso podrían prescindir del edil de Vox, que se estrena en la casa consistorial, ya que los 7 concejales populares, más los 3 de Ciudadanos y los 2 del PAR superan la mayoría absoluta, que es de 11.

Mientras el PSOE, el PAR y CHA han mantenido las posiciones del 2015, con 5, 2 y 1 ediles, respectivamente, Ciudadanos ha logrado un concejal con casi un 5% más de votos. No obstante, el gran batacazo de estos comicios lo ha cosechado Ganar Teruel. Esta formación, que aglutinando a independientes diversos, Podemos e IU irrumpió con 3 concejales y se convirtió en la tercera fuerza municipal, ha sido la principal víctima de la fragmentación de la izquierda. La división en dos de la formación ha facilitado que Podemos-Equo haya obtenido otro concejal, pero que entre ambos no sumen los tres obtenidos hace cuatro años.

Sorpresiva ha sido la entrada de Vox en el consistorio con un concejal, aunque al contrario que en otras instituciones, no será necesario para configurar una mayoría de derechas.

La izquierda en la capital turolense no suma y se quedaría a tres de la mayoría absoluta por lo que para que gobernara el segundo partido más votado, el PSOE, serían necesarias combinaciones tan difíciles que se antojan imposibles. De modo que, salvo sorpresa, Emma Buj repetirá al frente de la alcaldía.