El área de baja emisiones Madrid Central podría ser la primera víctima del cambio de mayorías en el Ayuntamiento de la capital de España. En sus primeras declaraciones tras las elecciones municipales, el PP y Vox han coincidido en anunciar con rotundidad que su supresión será una de las primeras medidas que tomarán, aunque puede que no lo tengan tan fácil. Su socio imprescindible, Ciudadanos, partidario de reformarlo pero no de eliminarlo aún no se ha pronunciado. También tendrán que convencer a la Comisión Europea, que aceptó paralizar un expediente sancionador por la contaminación tras la implantación de medidas como la aplicada por la alcaldesa saliente, Manuela Carmena.

"Madrid Central tiene que dejar de existir", ha declarado este lunes a EsRadio el candidato a la alcaldía del partido conservador, José Luis Martínez-Almeida, solo una horas después de que, nada más conocerse los resultados electorales, el concejal de Vox, Javier Ortega Smith, asegurara que "a partir de mañana se acabó Madrid Central".

CABALLO DE BATALLA

El PP convirtió su lucha contra Madrid Central en uno de los banderines de enganche de su campaña electoral, por lo que será muy difícil que renuncie a suprimirlo. La implantación de una restricción tan amplia del tráfico -sólo se permiten vehículos con etiqueta Eco o cero-- en una ciudad donde el coche ha reinado durante décadas abría una oportunidad de capitalizar el descontento que la oposición que no desprovechó.

Ciudadanos, la otra fuerza que necesita Almeida para acceder a la alcaldía, mantuvo una posición más matizada. Su candidata criticó la manera, a su juicio improvisada, de implantar las restricciones pero propuso reformarlas, no suprimirlas. «Lo analizaríamos para ver con qué nos quedamos y con qué no. Es lo sensato, porque genera un gasto importante en los recursos de los ciudadanos y no te puedes pasar toda la vida revirtiendo cosas. No va a quedarse como está con Ahora Madrid, vamos a reformarlo», dijo en una de sus últimas entrevistas antes del 26M.

A favor de mantenerlo reman los resultados obtenidos los primeros meses. En el mes de abril, por ejemplo, en 21 de las 24 estaciones de la ciudad hubo una reducción de los niveles de NO2 que en el conjunto de la red llegó al 16%. En los 23 puntos de medición regionales, en muncipios donde no hay medidas de restricción, la bajada fue mucho menor y tan solo llegó al 6%. El tráfico privado ha caído en toda la capital, sin que se produjera el efecto frontera anunciado por la opisción, mientras que el transporte público ha experimentado un aumento de usuarios.

EXPEDIENTE SANCIONADOR

Habrá que ver como reaccionan también la autoridades comunitarias. El expediente sancionador por la contaminación de Madrid no está archivado, solo paralizado, a la espera de los resultados obtenidos por las medidas implantadas por Manuela Carmena. Los inspectores de Bruselas visitan periódicamente la sede municipal de Cibeles para controlar su grado de cumplimiento.

La alternativa que ha planteado Almeida durante la campaña no fácil que les convenza. Su proyecto pasa por recuperar las antiguas Áreas de Prioridad Residencial que puso en marcha el PP en los años de Alberto Ruiz-Gallardón y Ana Botella. Se podría volver a circular libremente por la Gran Vía y otras calles principales pero no por la secundarias. Algo que en su día ya se demostró insuficiente para bajar la contaminación a los límites que exigen las directivas comunitarias.