La noche electoral dejará paso a un nuevo periodo de turbulencia en la política aragonesa. Habrá que decidir cómo y con quien pactar en función de los resultados. Y antes este nuevo baile las formaciones van tomando posiciones junto a la pista, pero sin evidenciar en exceso sus preferencias. Nunca se sabe qué pasará en las urnas: unos llegarán con la corona de las fiestas y a otros no les llegarán las invitaciones.

Que la música «aún no ha empezado» fue la excusa usada por el el número tres del PSOE, Javier Sada, para evitar una respuesta clara a los pactos postelectorales. Eso sí, reconoció que en la legislatura actual, apoyados por CHA, IU y Podemos se han sentido cómodos. Con la intención de evitarles tentaciones de infidelidad la candidata morada, Maru Díaz, puso sobre la mesa en el debate organizado en la Cámara de Comercio que los propios afiliados socialistas tienen clara su preferencia: «Con Rivera, no». El bloque de la izquierda no está dispuesto a invitar a Ciudadanos al baile bajo ningún concepto.

El hasta ahora consejero de Vertebración del Territorio, José Luis Soro (CHA), propuso repetir la coreografía a cuatro que se ha desarrollado la actual legislatura, una idea que apoyan desde IU. Sin embargo, el candidato Álvaro Sanz fue más cauto por su tradicional desconfianza ante el PSOE. «Nuestros votos estarán basados en nuestro programa, nos encontrará todo el que quiera avanzar en la construcción de derechos», señaló.

La derecha se mostró confusa ante la invitación al baile. Los malos resultados (en conjunto) del pasado 28 de abril les ha quitado las ganas de danzar con la misma orquesta. «Nosotros somos la única alternativa al Gobierno de Javier Lambán, somos los únicos que no hemos favorecido gobiernos socialistas», aseguró la candidata Mar Vaquero marcando las distancias tanto con Ciudadanos como con el PAR.

Por este motivo el presidenciable Arturo Aliaga asumió con ironía que bailará en soledad. «Por lo visto no me quieren ni unos ni otros», bromeó.

La falta de tiempo, las constantes interrupciones y lo abrupto del debate en su último tramo le impidió recoger el guante al número uno de la formación naranja, Daniel Pérez. «Tenemos que hablar entre todos nosotros, como pasa en cualquier comunidad», ha declarado al respecto recientemente.