El candidato de Zaragoza en Común (ZeC) a revalidar la Alcaldía de Zaragoza, Pedro Santisteve, hizo un primer balance de la campaña electoral y autoproclamó a su formación como la «única garantía» para frenar a los partidos de derecha. «Vamos a seguir peleando porque somos la única opción para contenerla», apostilló, «tanto a la formada por PP, Vox y Ciudadanos como a esa vacilación que tiene el PSOE de no decir que no va a formar gobierno con Cs». Pese a que todavía no se ha alcanzado el ecuador de la campaña, aseguró estar «recuperando las ganas que teníamos en los comicios de 2015». «A pesar de la experiencia dura de estos cuatro años, creo que la gente se ha dado cuenta de los logros que hemos ido consiguiendo», añadió.

Santisteve reflexionó sobre su gestión desde el Gobierno de la ciudad, ejecutada de manera «coherente y congruente», afirmó, gracias a las cuales han conseguido «cambiar radicalmente la forma de hacer política». «Antes se hacía en restaurantes de alto standing, cuando los jefes de la ciudad se reunían con los políticos de turno para pactar todo. Nosotros hemos realizado un cambio a una ciudad para la gente humilde, para distribuir entre todos y mejorar la vida en los barrios», argumentó. Para explicar que «mucha de la bronca que hay contra nosotros viene a partir de eso porque para algunos supone, de alguna manera, restarles protagonismo y esa capacidad de seguir sumisos a los poderes fácticos que habían gobernado a lo largo de estos años».

También analizó cuestiones como la movilidad sostenible, los avances respecto al autobús y el tranvía, y los problemas de vivienda. Aspectos que, a su juicio, al resto de partidos «se les llena la boca» pero que, a lo largo del mandato, no depositan una gran implicación. «Ni PP, ni PSOE, ni Cs nos echaron una mano cuando intentamos que el poder de la banca, con sus fondos inmobiliarios, pasaran a los ayuntamientos». «Pero vamos a seguir peleando por reventar la burbuja inmobiliaria y que los jóvenes puedan acceder al mercado de la vivienda con precios asequibles para posibilitar su emancipación», expuso. Apeló a la «confianza» de los ciudadanos y, por ello, dijo que «no hay que cambiar».