Pese a reiterar en cada mitin que él sólo habla de los asuntos que preocupan a la gente, Mariano Rajoy esperó hasta el 11º día de la campaña para abordar el problema del alto precio de los alimentos. El candidato prometió en Ciudad Real que, si llega a la Moncloa, bajará "la cesta de la compra" y reunirá al sector de la distribución para que le explique "por qué un agricultor vende su producto a equis precio y los hipermercados lo venden a equis por ocho". "No lo entiendo", confesó el candidato popular.

Como si la cesta de la compra fuese un asunto sólo femenino, Rajoy habló de ello en un acto con motivo del Día de la Mujer Trabajadora. Ante unas 2.000 personas, casi todas mujeres, prometió reformar la legislación para facilitar la conversión del empleo temporal femenino en estable. Anunció que promoverá los contratos a tiempo parcial para facilitar a las mujeres --no citó a los varones-- la conciliación entre familia y trabajo.

No anunció Rajoy ningún plan concreto para contener el precio de los alimentos, que fue el anuncio más ovacionado. Y mucho menos explicó por qué el Gobierno del PP, del que él mismo formó parte y cuya gestión utiliza como aval de sus propias promesas, no ha conseguido frenar el alza de los precios.