"¿Ahora te dedicas a esto de la política? ¿Nos has dejado o qué?". Hay veteranos sindicalistas, como éste que Jesús Membrado se encontró a principios de semana en el corazón de Delicias, que pueden no comprender las razones de la súbita reconversión a candidato del PSOE del hasta hace poco todopoderoso dirigente de la UGT en Aragón. Pero hay otros que ven lógico este desenlace en la trayectoria de este profesor en excedencia de 54 años que en los últimos tiempos había recibido numerosas tentaciones políticas.

Lo cierto es que este turolense de Bordón "que ejerce como tal", aseguran sus colaboradores, ha atendido la llamada de Marcelino Iglesias para encabezar la lista socialista al Congreso por Zaragoza. Ha dejado en el armario el mono de sindicalista y se ha puesto el traje de candidato, algo más incómodo para alguien acostumbrado a luchar con la patronal y la Administración autonómica. Camisa, chaqueta de pana marrón y trenca azul oscura es su atudendo habitual.

Membrado duerme poco, unas cinco horas diarias. Suele levantarse sobre las siete de la mañana. Y una hora más tarde, su mujer, que trabaja en el Ayuntamiento de Zaragoza, y su hija Andrea, de 18 años, que estudia Primero de Derecho en la Universidad, han dejado la céntrica vivienda en donde reside la familia desde hace seis años. A Membrado le entusiasma el ritual del zumo de naranja, las tostadas y el café con leche. Mientras saborea un minicroissant, el móvil no para de escupir mensajes con los temas de actualidad del día. "Es un sistema de noticias de la federal", explica entre risas. Por extraño que parezca suele hablar poco en campaña con los jefes de Madrid.

A las nueve de la mañana, Chema, su chófer de los últimos seis años en UGT, pasa a buscarlo con la furgoneta alquilada durante el periodo electoral. Antes de abandonar su casa, a la que no volverá hasta pasadas la medianoche, hecha un vistazo a una fotografía con Felipe González de 1996, cuando sólo le quedaban dos telediarios para dejar la Moncloa. Tampoco pasa por alto otra imagen en la que aparece disfrazado de Groucho Marx, y es cuando recuerda que fue miembro fundador del Colegio Hermanos Marx, en el Actur. "Le pusimos ese nombre porque era rebelarse a los que había entonces, los de los santos".

Con los principales titulares de la prensa regional ya leídos, se encierra con sus colaboradores en la segunda planta de la sede socialista de Conde Aranda. Es la hora de hacer el primer balance del día anterior con los periódicos en la mano y con los resúmenes de los informativos y de radios. También se cierran los flecos de los actos del día. Esta mañana, la del pasado martes, la caravana electoral del PSOE se va de mercados.

Le gusta caminar, viajar al extranjero, pero por encima de todo, le encanta la Costa Brava.

De camino hacia Delicias, la furgoneta --la membrimóvil como ha sido bautizada con guasa por el equipo-- se convierte en una improvisada oficina sobre ruedas en la que se ultiman entrevistas, declaraciones, actos públicos, grabaciones de spots publicitarios. "¿Está cerrado lo de esta noche?", pregunta el candidato al aire. Todos asienten. Esta noche, toca mitin en Daroca, una plaza socialista en la que no se prevén problemas. "¿De verdad tengo que ir a esa cena?", vuelve a preguntar. "Sí, sí, sí, por supuesto", le responden. Y bromea: "Seguro que nos dan de nuevo ternasco. Llevamos ya tres días con ternasco. Nos va a salir lana".