Los alumnos de 1º de la ESO del Colegio Romareda fuimos al Delta Del Ebro de excursión de fin de curso el pasado 7 de mayo. Tuvimos que madrugar y salir a las 6 de la mañana para poder llegar sobre las 9 a nuestro destino. Al llegar nos cambiamos de ropa y nos dividimos en grupos; unos comenzamos con el kayak por parejas y otros, con una serie de juegos, entre ellos paddle surf y wakeboard.

Al acabar las actividades acuáticas, comimos y nos fuimos en autobús rumbo al puerto, donde aprendimos a manejar barcos de vela mientras el otro grupo hacía nudos marineros.

Después de tantas actividades llegamos al hotel y nos metimos en la piscina. Después, cenamos, y al terminar la cena los profesores habían montado una especie de discoteca (apta para niños) en la que pusieron mucha música que los alumnos no se esperaban.

A las 12 de la noche, Javier nos llevó a una casa que había al lado del hotel donde nos contó una terrorífica historia sobre ella.

A la mañana siguiente, los profesores nos despertaron temprano, desayunamos a gusto por la variedad de alimentos que ofrecía el hotel, hicimos las maletas y pusimos rumbo a realizar la última actividad del trayecto, las tirolinas.

Entre las actividades que ofrecía el recinto, además de las tirolinas, había otras como cruzar un puente de tablones de madera en el que algunos de los alumnos se cayeron, realizar una tirolina de larga distancia y muy divertida, o hacer un circuito con un transporte poco común llamado segway.

Al acabar las actividades nos dirigimos a la ribera del río Ebro para comer unos bocadillos. Finalmente, a los alumnos de 1º de ESO nos tocaba volver a Zaragoza en un largo trayecto. Fue una experiencia inolvidable para todos, que no nos importaría repetir.