Aviso.

Este mensaje puede llegar a herir tus sentimientos.

Puede llegar a lo más profundo de tu ser.

Eres tú el que decide seguir leyendo esto, hazte responsable de lo que pueda pasar.

¿O no?

Ya que nunca lo has hecho.

¿Cierto?

Te encanta tentar a la suerte, creyendo que nunca caerás.

Pero cuando estás a punto de caer, te agarras, te agarras fuerte a alguien y no te importa si se cae él u os caéis los dos.

Miserable.

Eres miserable

Pero sin embargo sigues, sigues caminando por las calles pensando que eres alguien más que puede seguir en el escenario, en el escenario donde crees que puedes llegar a ser la protagonista.

Error.

Simple y gran error.

Nunca has sido capaz de poner en orden tu vida.

¿Cómo puede si quiera creer que llegarás a ser algo?

Mira a tu alrededor.

Mira esa habitación donde te ha encerrado la mayoría de tu tiempo

Paredes tintadas de negro, objetos cayendo, rompiéndose o simplemente, desapareciendo.

Gritas, lloras, sufres.

Pides, pides ayuda a gritos.

Pero nadie viene. . .

Puerta. Salida.

¿Donde?

No está. La rompiste, la destrozaste.

Tu egoísmo y creencia a llegar más cuando no eres nada, cerraron la puerta y la rompieron. No puedes salir y dudo que alguien quiera sacarte.

Todos tus males y errores saldrían. Y creo que nadie se jugaría nada por ti.

¿Cómo te has sentido?

¿Mal?

¿He llegado a lo profundo?

Espero que sí. Ya que así te puedes hacer una idea de dónde estás.

Y ahora quiero que me escuches, aunque me estés odiando en una parte de tu ser.

Como dije antes. Creo que nadie haría un boquete por ti. Porque son igual de miserables y egoístas.

Pero lo puedo hacer yo.

Puedo construirte la puerta o puedo hacer un boquete con la cabeza. ¡O quizás ni si quiera soy yo! El hecho es que, a veces, tendrás la cabeza abajo y pensarás estas cosas. Pero te pido que escuches mi voz y le dejes entrar ahí.

Mira alrededor. ¿No crees que es hora de remodelar la habitación?

Busca pinturas nuevas, objetos nuevos, estanterías, mesas. . . ¡Todo nuevo!

Que sería lo correspondiente a buscar cosas nuevas, personas, aventuras. . .

¿Ves que algunas paredes estás siendo blancas? O puede que sean rosas. O pueden seguir de negro. Tu color favorito está en esa pared. Las fotos y recuerdos también, igual que todas las cosas que te gustan ¡Y hasta has comprado una puerta donde pone tu nombre!

Ves que no era tan difícil.

Aprende a quererte y dejar de escuchar algunos comentarios.

Abrir los ojos y levantar la cabeza.

A abrir la puerta y...

Volar.