Club de lectura: tender puentes

(Óscar Montañés. Profesor Centro San Valero)

Ahora que nuestro club de lectura ha iniciado su tercer año de andadura, es un buen momento para echar la vista atrás y esbozar un breve análisis sobre la razón de su existencia. La motivación inicial del club no fue otra sino fomentar la lectura literaria entre los alumnos. El paso del tiempo ha desvelado que tras esa primera justificación se ocultaban otras de las que hemos ido adquiriendo conciencia sesión tras sesión.

La hipertecnologización del mundo actual ha puesto a nuestra disposición una gran variedad de ofertas de ocio, que entran en competencia directa con la lectura reposada que requiere el libro tradicional. Sin embargo, plantear la situación en términos de competencia resulta en sí mismo engañoso, y al hacerlo se olvidan otras facetas esenciales de la literatura que van más allá de la mera necesidad de entretenimiento. Si solo estuviese en liza la diversión, estaríamos ante una batalla perdida. Difícilmente un libro puede superar el poder de atracción inmediato producido por los estímulos con los que nos bombardean sin cesar las pantallas que han invadido el día a día.

La literatura no queda limitada en exclusiva al entretenimiento y a la satisfacción inmediata. La lectura exige un esfuerzo, vencer la pasividad y adoptar una actitud activa, deslizar la mirada desde la superficie de las cosas hasta su raíz misma. Necesita del diálogo con el autor, así como del diálogo interior, contrastar experiencias e ideas, reflexionar sobre lo vivido y lo sabido, pensar, sentir y emocionarse y, sobre todo, requiere tiempo.

La satisfacción que produce la lectura literaria no solo es inmediata. La búsqueda de cualquier tipo de conocimiento se asemeja a un camino que hay que recorrer, en ocasiones grato, en otras no tanto, para encontrarnos a nosotros mismos transformados al final del trayecto. El ser humano anhela la verdad y lo hace de distintas maneras, una de las más antiguas es la necesidad de escuchar y de contar historias que doten de sentido a la realidad que le rodea. También mediante la lectura buscamos esa verdad que desvele el misterio que somos.

Tras más de dos años de existencia del club, se ha puesto de manifiesto la importancia del diálogo, de la conversación y del intercambio de perspectivas de los asistentes. En las sesiones pasa a un segundo plano la edad o el papel de madre, alumno, PAS o profesor, y cobra relevancia la interpretación que cada uno da a lo leído. Cada uno arroja una luz diferente sobre el libro. Entre todos construimos la verdad, tratamos de explicarnos quiénes somos a través de las peripecias de personajes, de tender puentes con palabras, que nos permiten encontrarnos unos a otros. Nos da una alegría inmensa constatar que cada vez son más los que os animáis a transitar esos puentes en nuestra biblioteca.