Los huracanes son las tormentas más violentas, ¿pero sabíais qué se llaman de forma diferente dependiendo de la zona a la que afecte? Así, se conocen como tifones en el Pacífico oeste (costa japonesa y países colindantes) o ciclones (Índico y sudeste africano). El nombre que aglutina a todos es ciclón tropical y se forman de la misma manera. Según explica la NASA, «los ciclones tropicales son como motores gigantes que usan aire cálido y húmedo como combustible. Por eso se forman sólo sobre océanos de agua templada, cerca del ecuador. El aire cálido y húmedo sobre los océanos se eleva desde cerca de la superficie. Como el aire se mueve hacia arriba y se aleja de la superficie, queda menos aire cerca de la superficie. Otra forma de decir lo mismo es que el aire cálido se eleva causando un área de menor presión de aire cerca del océano».

«El aire con mayor presión de las áreas circundantes llena el área de baja presión. Luego, este nuevo aire se torna cálido y húmedo y también se eleva. En la medida en que el aire cálido continúa subiendo, el aire circundante gira para ocupar su lugar. Cuando el aire cálido y húmedo se eleva y se enfría, el agua en el aire forma nubes. Todo el sistema de nubes y aire gira y crece, alimentado por el calor del océano y el agua que se evapora de la superficie», prosigue la explicación de la NASA. Cada vez gira más rápido y se forma un ojo en el centro que, paradójicamente, es el punto más calmado de todo el ciclón.

Se debilitan cuando tocan tierra porque ya no pueden alimentarse de los océanos templados. Tienen cinco categorías dependiendo de su fuerza, que van del 1 (más bajo) al 5, llamado catastrófico. Los que tienen menos de categoría 1 se denominan tormentas tropicales. En el espacio hay dos satélites GOES que vigilan y ayudan a los meteorólogos a advertir a las personas sobre su crecimiento.