Dice el historiador, escritor y profesor de la Universidad de Zaragoza, José Luis Corral, que «la historia no justifica el presente, pero lo explica, por eso ha sido utilizada para manipular el pasado». Y la forma más habitual de hacerlo es el presentismo, es decir, «justificar una posición política e ideológica en el presente proyectándola como originaria del pasado más remoto posible».

La historia de la Corona de Aragón no es ajena a esta manipulación, y ha sido una de las principales damnificadas por las tesis del independentismo catalán. En el siglo XIX, en pleno movimiento romántico de la renaixença, desde Cataluña se inventaron los términos «confederación catalanoaragonesa» o «corona catalanoaragonesa» para denominar a la vieja Corona de Aragón y «equilibrar», según ellos, el peso que Cataluña tuvo dentro de la Corona.

Según Corral, no existe ninguna «justificación histórica» que permita usar este concepto: «La Corona de Aragón estaba integrada por varios reinos y condados, como los reinos de Aragón y de Valencia y el condado de Barcelona».

El matrimonio entre la reina aragonesa Petronila y el conde de Barcelona Ramón Berenguer IV, en el que se basan los defensores de la «corona catalanoaragonesa» para justificar su existencia, no es, según el profesor, una prueba de que fuera una realidad. «En la Edad Media nunca se utilizó este término», asegura.

El conde Ramón Berenguer nunca recibió el título de «rey de Aragón», sino el de «príncipe». Pero, además, los títulos que heredaron los sucesores de Petronila y Ramón Berenguer IV fueron los de «rey de Aragón y conde de Barcelona», y nunca existió ningún «reino de Cataluña» ni «reyes catalanes», como figura en la propia página web de la Generalitat de Cataluña.

Estas tergiversaciones de la historia están presentes todavía en muchos libros, folletos y guías de turismo de la comunidad vecina, e incluso en novelas históricas como La catedral del mar, de Ildefonso Falcones.

Muchas de estas falsedades las desvela Corral en el coleccionable sobre La Corona de Aragón, que se entrega con EL PERIÓDICO DE ARAGÓN desde el pasado domingo. Una obra de 216 páginas a todo color que descubren los verdaderos hechos contados por varios escritores e historiadores de la comunidad.