El acceso de los menores al juego es un tema que preocupa bastante en la sociedad, no solo a través de las apuestas por internet sino también en el juego público.

Un caso muy sonado ha sido el del adolescente de 15 años al que le tocó la lotería estas pasadas Navidades. Sus padres le habían encargado cambiar uno de los décimos premiados en el Sorteo del Gordo del 22 de diciembre por otra papeleta para el Sorteo de El Niño, que se celebró el día de Reyes y que resultó agraciada.

Todas las televisiones se hicieron eco de la noticia mostrando a este joven exultante explicando a los periodistas lo feliz que se encontraba y qué iba a hacer con el dinero.

Nada fuera de lo común si no fuera porque se trata de un menor de edad y las leyes de nuestro país prohiben expresamente el juego para quienes no han cumplido 18 años. «Salió en todos los medios diciendo que era el ganador del Sorteo del Niño. Este mensaje que transmite es totalmente negativo y no cumple la ley ya que los menores no pueden jugar. La verdad que nos sorprende que no guarde el anonimato y que se muestre como algo positivo», explica Esther Aguado, presidenta de Azajer, una de las entidades de prevención de la adicción al juego que han criticado el tratamiento y visibilidad que se dio a este suceso.

Para Aguado, en estos momentos el juego entre los menores es una de las mayores preocupaciones de las entidades que trabajan para prevenir la ludopatía, donde las apuestas ‘online’ representan uno de los principales riesgos. «Este tipo de noticias refuerza e incita a que los menores jueguen, y nos parece muy peligroso», concluye Aguado.