-¿Desde cuándo eres árbitro de fútbol?

-Desde el año pasado. Vivía en Rumanía y a finales de verano, me mudé a España. Fue mi hermano mayor el que me dijo que me metiera a árbitro, porque a fútbol ya no podía jugar. Tengo una lesión en la pierna, y cuando corro mucho, me empieza a doler.

-¿Qué tuviste que hacer para poder arbitrar?

-Hice un cursillo en Madrid, porque mi hermano vive ahí. El curso era en la universidad y duraba una semana. Por la mañana, desde las 10, teníamos una hora y media de teoría que nos daba un árbitro de Segunda División. Cada día haces un examen sobre los temas que has visto y al final de la semana haces un examen de todos los contenidos del curso. Para aprobar el examen final tienes que sacar más de 75 puntos. Después tienes que pitar 10 partidos de prueba y cuando ya los has pitado de dan el título definitivo.

-¿Tuviste que hacer alguna otra prueba para poder empezar a arbitrar?

-Ninguna. Para arbitrar partidos de fútbol 7 no hace falta pasar ninguna prueba física, porque los campos son más pequeños y no te los piden. Tras acabar el curso, nos dieron la equipación de árbitro y unas lecciones principales de cómo arbitrar un partido. Ya llevo varios meses arbitrando y la semana pasada me ascendieron de categoría. Ahora arbitro partidos de fútbol 11 de categoría Infantil. Como ya he subido de categoría y estoy en fútbol 11 tengo que volver a hacer otro examen y tendré que pasar pruebas físicas.

-¿Habías jugado al fútbol antes de ser árbitro?

-Sí, prácticamente desde los 7 años he jugado al fútbol. Hasta que empezaron las molestias en la rodilla y en la pierna y tuve que dejarlo.

-¿Cómo está siendo la experiencia de ser árbitro de fútbol?

-La verdad es que me está gustando mucho. Yo pito en Madrid, porque me saqué el título allí y no me pueden pasar la ficha a Teruel. Tengo que tener más de 100 partidos pitados para pasar de una federación a otra. Así que me tengo que desplazar todos los fines de semana a Madrid para arbitrar. Desde que he empezado el curso me he perdido todas las fiestas importantes de Teruel. Al principio era agobiante pero ya me he acostumbrado y ahora bien, estoy muy contento.

-¿Cómo ves ahora la labor que realizan los árbitros?

-Cuando jugaba a fútbol no sabía la presión que sienten los árbitros. Cuando eres jugador no lo entiendes: insultas, discutes... Cuando estás ahí te das cuenta de que es muy difícil. A veces tienes razón y el público te critica igual, otras veces pitas lo que crees que has visto, sin estar seguro; se nota mucho la presión. En mi primer partido, pité un penalti que sí que era y al acabar el partido un padre me cogió de la camiseta y me levantó.

-¿Pasaste miedo?

-Fue más bien como una broma. Me hizo gracia pero no podía hacer nada, no podemos dar explicaciones.

-¿Qué opinas del VAR? ¿Facilita la labor de los árbitros?

-El VAR me parece bien. Es una manera de ayudar a los árbitros y no lo veo como algo malo. Sigue generando polémica porque la gente siente mucho los colores de su equipo y le da rabia que se pite algo en su contra.

-¿Hace falta más comprensión por parte de los aficionados?

-Ahora hay más que antes, ha ido mejorando aunque sigue habiendo alguna persona que la tiene que soltar.

-¿Te gustaría ser árbitro profesional?

-Nunca lo he pensado, lo tengo como un hobby y por hacer algo de ejercicio. Si algún día llego a subir de categoría y puedo vivir de ello, ¿por qué no? Es algo que me gusta pero de momento no me lo planteo como un trabajo, es muy difícil llegar a ser árbitro profesional.

-¿Te entrenas entre semana?

-Intento todos los días, o cuando tengo tiempo, salir a correr media hora o una hora. El baloncesto también es un deporte que me gusta mucho. Cuando me hice daño en la pierna empecé con el baloncesto, porque usas más las manos y los brazos.