Aragón es un paraíso para los amantes de la montaña y los deportes en la naturaleza. En esta época, el pirineo aragonés se llena de turistas que desean disfrutar de las posibilidades que la comunidad ofrece, como subir a lo alto de un pico o realizar actividades como el senderismo, la escalada o el barranquismo. Sin embargo, antes de realizar cualquier actividad de montaña, hay que tener en cuenta los riesgos, más en estos meses en los que el deshielo o las tormentas pueden modificar los caudales de los ríos de manera imprevista o sorprender a los excursionistas en medio de su travesía.

En Aragón se realizan cada año más de 400 rescates en la montaña, el 95% de ellos en la provincia de Huesca. Los encargados de estos salvamentos son los cerca de 80 efectivos que conforman las Unidades de Rescate de Montaña de la Guardia Civil en Aragón. El jefe de estas unidades, el teniente Santiago Gómez, explica que «la montaña es un territorio hostil en el que la gente puede sufrir percances por muchas precauciones que tome», por eso aconseja «ir siempre con los cinco sentidos».

La precaución y la prudencia son muy importantes para evitar accidentes como el que le costó la vida a un joven francés de 12 años hace dos fines de semana en un barranco en la Sierra de Guara. «El barranquismo es una actividad muy divertida y lúdica, pero que tiene también mucho peligro porque un barranco no está en las mismas condiciones dos días seguidos», cuenta el experto, que añade que «lo más peligroso es el caudal del río que, debido a las tormentas, puede aumentar de repente».

Para evitar accidentes o imprevistos en la montaña, el teniente Gómez recomienda siempre planificar la actividad, llevar el material adecuado y mirar toda la información posible, sobre todo el tiempo que va a hacer.

En el caso de los barrancos, «hay que contar con el material específico, llevar trajes de neopreno, cascos, protecciones y el material necesario si se va a realizar la técnica de rápel», que consiste en descender con arneses y cuerdas por paredes verticales rocosas.

No obstante, los rescates más habituales que efectúa la Guardia Civil en Huesca se dan en actividades sencillas como el senderismo, que son las que más gente realiza. «Suelen ser excursionistas con esguinces de tobillo o rodilla y también casos de desorientación o cansancio», explica Santiago Gómez.

El especialista señala que aunque el senderimos es una actividad sencilla hay que tomar también una serie de precauciones, como «conocer bien la ruta, llevar medios de orientación como mapas o GPS y nunca ir solo, ya que si sufrimos un accidente y estamos en una zona sin cobertura no podremos avisar». Por eso también es importante «dejar dicha la ruta exacta» que se va a realizar, para que puedan localizarnos si no regresamos a casa, y «llevar siempre medios de aviso como móviles o radios». Además, el guardia civil indica que lo ideal es realizar la actividad tres personas, «para que una pueda quedarse con la persona accidentada y la otra pueda ir a pedir ayuda».

También hace falta calcular bien el tiempo, jugar con el margen de horas, dice Gómez. «Hay gente que empieza muy tarde a realizar las actividades y si surge cualquier imprevisto se les hace de noche, bajan las temperaturas y se complica el rescate y sus consecuencias, ya que no podemos utilizar el helicóptero».

Otro aspecto importante, según el guardia civil, es saber renunciar y darse la vuelta. «La montaña siempre va a estar allí. Si las condiciones no son buenas, podremos realizar la actividad en cualquier otro momento».

Elegir bien el nivel de dificultad

Por otra parte, «si creemos que una actividad nos puede superar, contratar un guía especializado hará que la actividad sea más divertida, más segura y que disfrutemos más», asegura Gómez.

En la provincia de Huesca existen multitud de empresas y profesionales que se dedican a acompañar a los excursionistas en sus actividades por la zona. Es el caso de Álex Castro, de Guías de Guara, que explica que estos especialistas cuentan con «toda la formación técnica e información necesaria para que la actividad se desarrolle de la forma más segura».

Los guías como Álex acompañan a la gente que hace barrancos, los equipan y les aconsejan a la hora de elegir el nivel de dificultad de la actividad, que depende de la edad y la forma física de los participantes. Los guías se encargan sobre todo de la seguridad para que la gente disfrute y se divierta sin riesgos.

«Muchos de los accidentes de la montaña se deben a la falta de información y al no contar con estos profesionales a la hora de realizar la actividad», explica Álex Castro, que recuerda que los guías no solo están para contratar sus servicios sino para resolver cualquier duda sobre el caudal de los barrancos o el tiempo que va a hacer en la zona de gente que va a hacer la actividad por libre. «Una simple llamada puede evitar muchos problemas y nosotros podemos resolver cualquier duda», asevera.