El fenómeno ‘influencer’

(Lucía Blasco, La Salle Montemolín)

Vivimos en una sociedad donde las generaciones jóvenes hacen más caso a los influencers, personas que muestran su vida a través de las redes sociales, que a los propios medios de comunicación e incluso a nuestras propias familias.

En los últimos años han surgido nuevas formas de influir a la gente joven, y la televisión ya se queda atrás.

Una definición de influencer sería la de una persona que puede influir a otra a la hora de comprar un determinado producto o realizar alguna actividad gracias a la autoridad o credibilidad que ha desarrollado en las redes sociales sobre un tema concreto.

Muchas empresas utilizan a influencers para que hagan de embajadores de su marca, para poder llegar a su público de una manera más rápida y relativamente económica si se compara, por ejemplo, con la publicidad.

Cada vez más gente se une a las redes sociales, y estás se van convirtiendo poco a poco en una forma de vida, de ser, de comportarse y de expresarse.

Todas las personas influyentes tienen su repercusión en los jóvenes, ya que la mayoría tratan de ser como ellos y llevar su forma de vida sin tener en cuenta su propia personalidad.

Esto se ve más en los adolescentes más pequeños, ya que idolatran más a los influencers; y a medida que van creciendo van viviendo más acorde con su personalidad, aunque no acaban de ser ellos al 100%. Parece que tengan más voz que cualquier otra persona, ya que esto se ha convertido en un trabajo y muchas marcas colaboran con ellos.

Además de todo esto, podemos decir que las redes sociales son más que una parte de nuestras vidas.

Cada vez son más las personas que suben fotos haciendo el postureo que está de moda en cada momento, que ven a una persona influyente y se emocionan, que imitan comportamientos de influencers solo porque les gusta... ¿Realmente queremos una sociedad así?

Mucha gente dirá que no, pero realmente estamos formando parte de eso inconscientemente.

Debemos realizar un gran cambio de mentalidad, por todas las personas que se esfuerzan en ser quienes realmente son, por todas aquellas personas que viven más pendientes de las fotos de su móvil y de los likes que acumulan que de su propia realidad.

Para concluir, me gustaría añadir que no todo lo relacionado con las redes sociales tiene que ser malo, hay algunas cosas positivas. Las redes sociales también nos permiten darnos cuenta de las cosas que están haciendo nuestros amigos, además de poder mantener el contacto con personas que no viven cerca de nosotros.

Todo esto es un punto a favor, más allá de las influencias que puedan tener en nosotros.