Jamás supe lo que era enamorarse hasta que conocí, a quien dedico todos y cada uno de mis pensamientos.

Y no me arrepiento en nada de ello. Y tengo muchos problemas, y me pasan muchas cosas. Y me siento mal, y lloro, y pierdo las ganas, y me abruman los miedos, y me agobio, y me frustro, y me canso, y siento que estoy sola, y siento que no aguanto más, y que no puedo, y un largo etcétera por continuar.

Pero no pasa nada, porque mi amor por ti es más grande que mis problemas. Así que todo está bien. Todo estará bien.

Porque podré seguir luchando aún cuando no me queden fuerzas. Y tú serás mi baza más valiosa para subir los ánimos. Y seguirás haciéndome sonreír, de esa manera tan hermosa que sólo tú conoces. Y seguirás infundiéndome un valor increíble, sin saberlo.

Y te seguiré dedicando el gran sentimiento que creas. En mi corazón. En mi alma. Y en mí. El sentimiento que descubrí por ti, tan profundo y repentino. Mi serendipia.