El pasado 27 de septiembre, coincidiendo con el día que se celebraba la Huelga mundial por el clima, los estudiantes de Secundaria y Bachillerato, profesores y personal no docente del Santo Domingo de Silos se dieron cita en el patio del colegio para leer un manifiesto y guardar un minuto de silencio con el fin de reivindicar un mejor cuidado de nuestro planeta. El mensaje era claro: los jóvenes quieren un planeta vivo.

Todos ellos son conscientes de que la Tierra está enferma y de que se viven momentos de emergencia climática. Riadas salvajes, grandes incendios que arrasan la Amazonia o Siberia, el hielo del Ártico está desapareciendo, y todos los días se extinguen más de 200 especies.

Aunque mucha gente piensa que los ciudadanos no pueden hacer nada, que no tienen poder para cambiar las cosas, los alumnos del Silos no opinan lo mismo. La "conversión ecológica" es cosa de todos. La Tierra es la casa de todos.

Por eso desde el Colegio Santo Domingo de Silos, se han unido a la iniciativa #MovilizaciónPorElClima, en la que se pidió a los dirigentes de todos los países que no nos roben nuestro futuro: es urgente que declaren la emergencia climática y tomen medidas para evitar que la temperatura global se eleve por encima de +1,5°C, reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con lo demostrado por la ciencia y bajo criterios de justicia climática.

Proyecto EcoSilos

Además, desde el colegio se trabaja con el proyecto EcoSilos realizando pequeñas acciones desde las que se intenta reducir la cantidad de envases y botellas de plástico en nuestros almuerzos, usar el papel por las dos caras para reducir los residuos, y finalmente clasificarlo para su reciclaje, aprovechar al máximo los alimentos evitando generar desperdicios en el comedor y en los recreos, utilizar de forma responsable la energía, apagando las luces cuando no sea necesario…

Todos nuestros estudiantes han demostrado su compromiso, trabajo, ilusión e implicación con el fin de conseguir una "conversión ecológica" e intentar disminuir las desgracias humanas y ambientales a las que estamos sometidos.

Hoy volvemos a estar muy orgullosos de nuestros alumnos y alumnas, ya que nos han vuelto a demostrar que con pequeños actos se puede ayudar a mejorar el mundo.