La huella ecológica es un indicador que mide el impacto que tiene nuestra vida sobre el planeta. La realidad es que la Tierra necesita más de un año para regenerar lo que nosotros utilizamos en un periodo incluso menor de tiempo.

Algunas de las consecuencias de esta huella son el cambio climático, el agotamiento de los recursos y la contaminación del agua, entre muchas otras.

Quizás no lo sepas o no lo tengas en cuenta en cada momento, pero todas las decisiones que tomamos en nuestro día a día tienen un impacto en nuestro planeta y dejan una huella: la ropa que compramos, los alimentos que consumimos, el móvil que usamos, etc.

¿Cómo influyen nuestras decisiones en la salud del planeta?

Cuando te mueves por la ciudad tú decides si lo haces en coche o en bus, decides si los residuos que generas los reciclas o no, la cantidad de agua que gastas, decides lo que consumes, etc.

Por ejemplo, la mayoría de las veces que vamos de compras, compramos cosas que realmente no necesitamos, por simple capricho o por moda. Si comprásemos solo los productos que verdaderamente necesitamos, la cantidad sería razonable, pero no es así, ya que muchas veces acumulamos de más.

Este es el caso de la ropa, pues compramos más de la que nos cabe en el armario o de las tecnologías, ya que muchas veces adquirimos lo último por estar a la “moda” y no vernos rezagados ante el resto de la sociedad.

Haz tus compras más ecológicas

Haz tus compras más ecológicas

Las compras que realizamos pueden tener consecuencias negativas para el planeta, por eso debemos ser más conscientes de las características de lo que estamos adquiriendo. Por ejemplo, podemos tener en cuenta su origen, los materiales de los que está hecho o empaquetado, etc.

Así pues, si compramos el producto en comercios locales, no se necesitarán barcos ni aviones para hacernos llegar la mercancía, y contribuiremos pues, a no contaminar el aire.

Por otro lado, si adquirimos productos que necesitan ser transportados desde otro país para que nos lleguen, estamos contribuyendo de manera indirecta a contaminar dicho aire y dejando, por tanto, una mayor huella ecológica.

Objetivo: consumir de forma responsable y reducir emisiones

¿Sabías qué cada persona gasta unos 100 litros de agua al día? pero si la consumimos de forma responsable podemos ahorrar hasta la mitad (cerrando el grifo cuando te lavas los dientes, duchándote en vez de bañarte, y otros pequeños gestos que ayudan mucho a ahorrar agua).

Si quieres saber cuáles son las sociedades que consumen más recursos y, por tanto, las que tienen que mentalizarse más, podemos hacer comparaciones como esta: cada ciudadano de Estados Unidos llega a emitir 21 toneladas de CO2 al año, en España, 9,8 toneladas, mientras que en Asia del Sur apenas emiten 300 kilos de CO2 por persona al año.

Para cambiar los hábitos que no son sostenibles para el planeta, se necesita una implicación social. Pero entre todos, podremos mejorar nuestra huella ecológica, solo tenemos que informarnos y actuar con conciencia.