El objetivo de la educación tanto en la escuela como en el hogar es preparar al niño de la manera más adecuada posible para afrontar exitosamente la vida adulta. La relación entre el colegio y la familia es un elemento esencial en el desarrollo educativo y personal del alumnado.

En el caso de las familias de procedencia árabe-magrebí, esta relación puede no ser fluida, incluso inadecuada, debido a barreras tanto culturales como lingüísticas y, frecuentemente, ambas a la vez. Por ello, se puede contar con la figura del mediador intercultural para acercar posturas y lograr el entendimiento.

El concepto de «educación» que tienen las familias depende de muchos factores, entre los que destacan el nivel educativo y socioeconómico de los padres, y definirlo únicamente en base a la cultura de origen no es suficiente para entender el comportamiento de las familias con los colegios ni explicar el grado de implicación en la educación de sus hijos.

Muchos de los padres son muy conscientes de que el futuro de sus hijos está en estudiar y formarse para poder tener una vida mejor y digna, se implican muchísimo y demuestran mucho interés por el aprendizaje de los hijos, incluso se muestran muy dispuestos a participar y colaborar en las actividades organizadas en el centro a lo largo del curso.

Sin embargo, muchos no lo hacen porque delegan la educación de los hijos al colegio, ya que piensan que es este quien guía a estos niños para realizarse. Al mismo tiempo se desconoce el funcionamiento del sistema educativo y del sistema social en el que se encuentran de repente o viviendo desde hace años.

¿Como podemos implicarnos los padres en el progreso educativo de nuestros hijos? Establecer una estrecha relación entre colegio y familia para enterarnos de todo es fundamental, así como mantener canales de comunicación con nuestros hijos: compartir mucho tiempo con ellos, fomentar el trabajo en casa creando hábitos (hacer deberes, repasar, leer y escribir) desde muy pequeños y que sea un trabajo diario para que estos hábitos se afiancen en todas las etapas educativas. Es importante también tener espacio de estudio, establecer horarios, cuidar el material, enseñarles a organizar sus cosas, etc. Además, se debe fomentar la autonomía y dejar de protegerlos tanto para crear niños responsables.

Los padres debemos establecer o marcar normas y límites educativos desde pequeños. Esto ayuda a nuestros hijos a tolerar la frustración y el fracaso, y a desarrollar habilidades para enfrentar situaciones difíciles, así como a respetar los demás, y tanto padres como madres tenemos que estar en la misma línea educativa.