-¿Cómo te enteraste de que habías ganado el concurso de relatos?

--Fue un viernes, Justo iba a salir a una actividad con el colegio y llamaron del centro. Mi madre cogió el teléfono y la orientadora me contó la noticia.

-¿Cómo te sentiste en ese momento?

-Me sentí muy feliz y muy ilusionada.

-¿Te esperabas este reconocimiento?

-La verdad, no. Suponía que no había hecho un relato malo pero no pensaba que iba a ganar.

-¿Es la primera vez que te presentas y ganas un certamen literario?

-De este calibre, sí. Sí que llegué a ir a uno de nivel de Barbastro pero no gané. Una vez gané un certamen en el cole para la asignatura de Lengua. Te daban varias frases con las que comenzar el relato; yo elegí una sobre un reloj.

-¿De dónde viene tu afición por la escritura?

-Desde pequeña siempre he leído mucho y siempre me ha gustado escribir; cuando tengo tiempo siempre lo hago. Suelo escribir sobre temas muy diferentes y variados, aunque prefiero que me propongan algún tema y sobre eso escribir algo.

-¿Te ha costado escribir sobre un tema como es la violencia de género?

-Sí, era la primera vez y me costó.

-Eva Blasco cuenta la historia de una víctima de violencia de género en el ámbito familiar, ya que su padre es un maltratador, pero también en su propia vida, porque su novio es muy celoso. ¿En qué te basaste para crear este personaje?

-Me basé sobre todo en el cliché de chica maltratada.

-¿Conoces a alguna Eva Blasco en tu entorno?

-No, no es algo habitual. Es totalmente ficción, me basé en el cliché.

-¿Cuánto tiempo tardaste en escribir el relato?

-Dos días, uno para redactarlo y otro para dar los retoques.

-¿Este tipo de certámenes te parecen una buena forma para concienciar a la gente joven sobre la violencia de género?

-Claro. Es algo que hay que tener presente que existe y no hay que ignorarlo. Si a alguien le gusta escribir o simplemente quiere expresarse siempre está bien hacerlo desde este punto de vista.

-¿Cómo crees que se puede avanzar para conseguir más igualdad de género?

-En primer lugar hay que educar desde casa, no solo decir a la chica que no salga por ciertos lugares sino también decirle al chico que hay que respetar a las mujeres. También concienciar a los estudiantes con charlas y experiencias, intentar que estén siempre informados y no acaben haciendo este tipo de cosas.