Todo empezó hace unos 200 años —comenzó a decir—, en esta misma casa que, por aquel entonces, era el hogar de una familia noble. Llevaban semanas preparando la boda de la hija mayor, que al casarse con el príncipe, se convertiría en princesa. La celebración tendría lugar el día siguiente en ese mismo lugar. Habían invitado a cientos de personas a aquel importante acontecimiento. Pero, había una a la que no habían invitado; se trataba de la abuela de la chica. Era una mujer de avanzada edad con fama de ser una bruja despiadada. Todos la temían, y ella decidió abandonar aquella ciudad nada más nacer su nieta. La futura princesita insistió en invitar a su abuela a la boda pero su madre se lo negó rotundamente.

—¡Oh, no! —exlamaba— Tú no conoces a tu abuela, ella es una bruja malvada que disfruta con el sufrimiento ajeno; de ninguna manera permitiré que se acerque a esta ciudad.

—Pero, madre, hace años que no sabemos nada de ella. A lo mejor ha cambiado...

—¡Basta! —le interrumpió la madre— he dicho que no vendrá, ¡y no quiero oír una palabra más al respecto!

Al día siguiente, la futura princesa estaba muy emocionada, ya no se acordaba de la discusión que había tenido con su madre la tarde anterior. Empezaron a llegar invitados y la ceremonia comenzó. Pero antes de que el sacerdote articulara una palabra, se escuchó un gran estruendo y apareció de la nada el reflejo de una mujer.

—Así que mi queria nieta se va a casar —dijo la sombra con una risa terrorífica— ¿Cómo puede ser que nadie me haya avisado de esto? ¡Pagaréis por ello!

Entonces, la sombra se acercó a la pared y atravesó un cuadro, metiéndose dentro de él. Seguidamente, la princesa cayó al suelo sin decir una palabra.Todos observaron con terror el cuerpo, y el miedo y la tristeza se apoderaron del lugar.

Cuenta la leyenda que la malvada bruja quedó dentro del cuadro, esperando a que tenga lugar otra boda en la casa, para cobrarse de nuevo la vida de otra novia. Desde entonces, allí sigue el cuadro, observando detenidamente a cada persona que pasa, incluido tú.