Mi pueblo es el más loco de toda la comarca, pasan cosas absurdas, difíciles de creer. El verano pasado, sin ir más lejos, nos quedamos sin agua, se rompió la tubería principal y no la podían arreglar. Mi padre tiene un tractor y una cuba, así que se nos ocurrió la genial idea de llenarla y dejar el tractor en medio de la calle con la cuba abierta para que los vecinos usaran el agua que en ella había. Pasaron los días y la tubería seguía sin estar arreglada y con el cachondeo de la cuba, los críos salimos a la calle en bañador para remojarnos, y las mujeres, cada vez que mi padre tocaba el pito del tractor, salían a la calle con la vajilla, el estropajo y el jabón para fregar.

Otra vez sucedió que llegaron al bar un grupo de siete seminaristas para tomar una copa. Sin embargo, el dueño del bar los acabó echando a todos, porque al verlos con sus ropas religiosas pensó que, en realidad, era una pandilla de amigos de despedida de soltero. Antes de que se la liaran entre trago y trago, decidió echarlos. El problema es que no era un disfraz, sino uniforme de trabajo de lo más real.

Un grupo de amigos se fueron a la sierra a comer a una aldea y se llevaron un buen susto al ver que un buitre se les echaba encima. Ángel, el dueño de la aldea contó: «Le cogí del cuello con la mano derecha y con la izquierda le agarré las patas. Él quería ponerse de pie, yo no le dejaba, y así estuvimos más o menos una media hora». El ataque finalizó con la intervención de la Guardia Civil, quienes declararon que «el buitre no opuso resistencia a la autoridad».

Cada 5 de enero en el pabellón nos reunimos todos los vecinos para que los Reyes Magos nos entreguen los regalos. Hubo un año que se quedaron muy pronto sin caramelos, lo que provocó que los niños y sus padres que se quedaron sin ellos comenzaran a lanzarles piedras y sillas. Los Reyes Magos huyeron despavoridos mientras eran insultados por sus perseguidores. Menos mal que el alcalde puso paz y todo se calmó y no hubo que lamentar ningún herido.

¡Con un pueblo así uno no se aburre nunca!