El cambio climático es la mayor crisis a la que nos enfrentamos en el siglo XXI, ya que está llevando al planeta a una extinción masiva, y todas las pruebas científicas indican que se está produciendo por la acción humana. La comunidad científica lleva tiempo avisándonos de esto, pero todo este tiempo hemos ignorado sus advertencias, buscando la comodidad y únicamente el beneficio propio, a toda costa. El problema es que esta forma de vida ambiciosa e irresponsable es también injusta e insostenible en el tiempo, ya que sacrifica nuestra biosfera para el disfrute de unos pocos.

Al ser este problema producido por el sistema actual, todos somos cómplices y todos debemos buscar la solución. Ya es sabido que el incremento de la temperatura actual, que de hecho ya es de 1ºC más en las últimas décadas, se está dando por el aumento de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, el cual se emite con el uso de combustibles fósiles, como los que emiten los coches. Y también somos conocedores de la contaminación de los océanos por el plástico, y de la necesidad de ahorrar agua.

Sin embargo, no se están tomando medidas para resolver estos problemas. Los gobiernos, en vez de estar implementando remedios a gran escala, están fomentanto medidas a nivel individual, las cuales son opcionales. Nos dicen que nos duchemos en vez de bañarnos, que reciclemos, que apaguemos electrodomésticos, pero eso no es suficiente. Se estima que para 2030 hay que reducir nuestras emisiones de CO2 un 80%. Y para ello hay que exigir a los gobiernos que regulen de verdad a las grandes empresas y a la industria, porque las medidas que se han tomado en el pasado han sido completamente ignoradas, como los Acuerdos de París, que no han sido cumplidos ni sus objetivos logrados.

El momento para cambiar es ahora, ya no podemos apoyarnos en clichés como que los jóvenes son el futuro, porque nuestro futuro se configura hoy. Ya se está creando consciencia en nuestra generación con iniciativas como la Huelga por el Clima celebrada el pasado 27 de septiembre.

El mensaje de esta huelga es claro, se tienen que tomar medidas a gran escala para paliar la crisis climática actual. Y a pesar de lo que piensen algunos detractores, que solo se hace huelga para faltar a clase, yo lo veo como la primera vez que nuestra generación se hace eco de los recursos que tenemos. Somos la generación más sensibilizada con los derechos humanos, con mayor tasa de escolarización y que posee la tecnología para conectarse alrededor del globo. Y ahora estamos luchando por un futuro por el cual no miran nuestros gobernantes. Simplemente luchamos hoy, porque cuando sea nuestro momento de dirigir el mundo será demasiado tarde.

Alba Guixá

Alumna de 1º de Bachillerato

Centro San Valero