Tal y como quizá hayas podido comprobar en primer persona, algo tan bonito y bueno como es el amor tiene su contraparte, y es algo sobre lo que quiero reflexionar: ¿por qué lo bueno también nos puede causar daño, si teóricamente la propia palabra indica que no es malo?

He tomado de ejemplo el amor, porque es una muestra clara, ya que nos identificamos con él, debido a que lo hemos sufrido o sufriremos todos en algún momento.

Es extraño, ya que de primeras no sabríamos explicar que es el «bien» o que es el «mal» ni mucho menos el porqué de cada uno, y esto es debido a las formas de pensar, cómo ¿por qué ir desnudo por la calle está mal?

Son típicas preguntas que sabes la respuesta pero no sabes dar un porqué, sencillamente crees que no está bien. En cambio el amor en sí no es malo, lo malo es el dolor que te puede causar una mala relación o una ruptura, el sentimiento en ese momento será el mismo pero la ausencia de aquella persona acompañada de otros sentimientos serán lo que te dañarán.

Igualmente, el hecho de tener sentimientos no es algo malo, porque son ellos los que nos hacen ser personas junto el sentir y el hecho de poder preguntar y cuestionarnos las cosas. Y es por eso que hay que aprender a reflexionar, para poder encontrar las respuestas a cosas que parecen no tenerlas, ganar experiencia, mejorar un poco cada día, y no ver las cosas «malas» como tal.

Hay que saber que aquellas cosas malas que nos ocurren en la vida, tal vez, en un futuro, te ayudan para un posible mejor o peor estado personal. Nunca elimines opciones, tus ganas marcarán el final.