Tener conexión a internet de alta velocidad se ha convertido en apenas una década en un servicio fundamental para que los ciudadanos puedan estudiar o trabajar desde sus casas, disfrutar más de sus ratos de ocio, hacer cualquier compra on line o, simplemente, chatear y navegar por la red.

Sin embargo, en algunas zonas de Aragón, los servicios de conexión a internet de banda ancha son todavía un perfecto desconocido. Hablamos, sobre todo, de zonas rurales y despobladas donde no hay suficiente inversión privada en infraestructuras de redes por parte de los operadores.

Para que muchas de estas zonas puedan salir del aislamiento digital y conectarse al futuro, el Gobierno de Aragón puso en marcha en el 2014 el Proyecto Conecta Aragón, cuyo objetivo es llevar internet de banda ancha (hasta 30 megas de velocidad) a 348 núcleos de población aragoneses.

Estos municipios están situados en las denominadas zonas blancas, aquellas que por su difícil acceso o baja densidad de población no cuentan con conexión a internet ni entra dentro de los planes de las empresas privadas de internet y telefonía móvil darles cobertura.

«En Aragón, en el año 2015, había solo 10 localidades que tenían internet con fibra óptica y entre 40 y 50 municipios con más de 30 megas de conexión», cuenta al Periódico del Estudiante el director general de Sociedad de la Información del Gobierno de Aragón, Fernando García Mongay.

De esta situación de partida se ha pasado a otra completamente distinta en apenas cuatro años. «Para el 2019 está previsto que más de 900 poblaciones aragonesas disfruten de acceso a internet de más de 30 megas, lo que supone prácticamente la totalidad de los pueblos con más de 20 habitantes censados», asegura el director general.

Precisamente, el gobierno de la comunidad y la Diputación Provincial de Huesca (DPH) anunciaron la semana pasada un ambicioso proyecto que permitirá a 321 municipios oscenses tener conexión a internet de banda ancha en los dos próximos años.

Cuando finalice este plan, Huesca será la primera provincia española con el 99% de sus habitantes conectados a internet. Ambas instituciones destinarán a este proyecto 4,5 millones de euros procedentes de los fondos europeos de desarrollo Feder, y la empresa aragonesa Embou realizará los trabajos para que unos 30.000 habitantes de estos municipios pasen cuenten con banda ancha en sus hogares.

Contra la despoblación

La llegada de internet a los municipios aragoneses contribuirá a reducir la denominada brecha digital, aquella diferencia en el acceso y uso de las tecnologías de la información y la comunicación que se da entre distintos grupos de población por cuestiones como pueden ser la edad, el género o, en este caso, residir en un pueblo o en una gran ciudad.

Además, contar con el servicio de internet permite hacer efectiva la igualdad y el derecho de los ciudadanos a vivir donde ellos quieran. Algo que en Aragón resulta fundamental en la actualidad, por el grave problema de despoblación que afecta a muchas localidades del medio rural, donde la fuga de habitantes hacia las grandes ciudades y municipios de mayor tamaño es un goteo constante.

García Mongay cree que disponer de conexión a internet va a impedir, en cierta medida, que la gente tenga que irse de los pueblos para tener una mejor calidad de vida o más opciones de futuro. «Nadie se va a ir a vivir a un pueblo porque haya internet, pero lo que está claro es que mucha gente tiene que salir porque no puede estudiar o no puede trabajar desde su casa», comenta el director general.

En este sentido, la llegada de más megas a los pueblos pequeños traerá más oportunidades. Muchos habitantes del medio rural convierten sus casas en oficinas desde las que es necesario acceder a Internet de forma rápida y sencilla. Cuando no pueden, deben desplazarse a otros lugares o localidades más grandes para poder realizar estas gestiones. También las empresas de turismo rural o de aventura y los propios agricultores y ganaderos se beneficiarán de estas mejoras, con mejores servicios de internet y telefonía móvil.

Pero no solo a la hora de trabajar. Una mejor conexión a internet permite ofrecer mejores servicios a los ciudadanos. En el caso de la asistencia médica, los doctores rurales que visitan las localidades podrán ir más rápido a la hora de pasar consulta y facilitar citas para analíticas o para las siguientes visitas. Con la historia electrónica delante, también se pueden poner mejores tratamientos y la receta electrónica funcionará mejor.

Según el director general de Sociedad de la Información, las ventajas son «larguísimas», aunque «muchas veces hablamos de las posibilidades de trabajar o de la mejora de los servicios pero nos olvidamos de otros aspectos que también son muy importantes para los ciudadanos, como el ocio o la educación».

Plataformas de televisión como Netflix o HBO necesitan una conexión de al menos 30 megas, algo impensable hasta la fecha en el medio rural aragonés. «Con la banda ancha puedes tener una nevada de un metro y no poder salir a la calle, y puedes estar viendo en tu casa las últimas series, películas, partidos de fútbol y programas de entretenimiento en general, con un acceso de calidad como en las ciudades», dice García Mongay.

También se pueden descargar libros electrónicos, hacer compras o cursos online. «Hoy hasta la calefacción de casa se maneja por internet y en los pueblos también, sus habitantes no son distintos a los que vivimos en la capital», añade el director general.

Aulas y gente joven

Dentro del proyecto Conecta Aragón, la banda ancha ha llegado en los últimos cuatro años a 351 centros educativos aragoneses, «la mayoría situados en el medio rural -según García Mongay-, que ahora cuentan con más de 100 megas para que sus alumnos aprendan y se conecten con el mundo exterior».

La banda ancha ofrece a los habitantes del medio rural la posibilidad de realizar estudios a distancia y a aquellos que se han tenido que marchar a estudiar o trabajar fuera, al extranjero o a otras provincias, también pueden comunicarse más fácilmente con sus familias.

Así mismo, el director general de Sociedad de la Información de la DGA considera que la banda ancha hará que la gente joven se interese más por el medio rural y visite y conozca la belleza de los pueblos que hay en Aragón. «Antes la gente que iba a un hotel preguntaba si había agua caliente, ahora la pregunta es si hay wifi», explica Fernando García Mongay, que explica: «La gente joven por lo general está más conectada y cuando va de vacaciones quiere que en ese lugar haya internet.