La línea de tren de Teruel

(Alberto Casas Guillén. 2º de ESO IES Vega del Turia, Teruel)

Uno de los temas más reivindicados en Teruel es la falta de comunicación por vías ferroviarias con ciudades importantes como Madrid o Barcelona. Este tema ha tenido repercusión tanto a nivel provincial donde el Eco de Teruel titulaba: «Una protesta histórica clama por un tren digno en Teruel (...)» como a nivel nacional; la SER publicaba: «Teruel no quiere perder el tren».

Recientes manifestaciones mostraron a todo el país el problema que acarrea Teruel desde hace años, sin embargo, si las apoyara más gente podríamos demostrar al Gobierno que el corredor Cantábrico-Mediterráneo tiene que pasar por nuestra provincia, no desviando las mercancías por Tarragona -ya que supone un recorrido mucho más largo y costoso-. La lógica dice que el recorrido natural viene del País Vasco, pasa por Zaragoza y va hacia Valencia a través de Teruel. En mi opinión, es imprescindible la inversión en la comunicación de Teruel.

En fin, que una vez más tendremos que luchar por nuestros derechos a una comunicación digna con el exterior. Hay que reaccionar ya: ¡queremos el tren que nos merecemos!

Delitos más graves

(Irene Castellote Giménez, 2º de ESO IES Vega del Turia, Teruel)

La pena de muerte se practica hoy en países como China, Corea del Norte, EE.UU., India, en algunos países de África y, en Europa, el único país en el que está vigente es Bielorrusia. Los casos en los que se aplica son en asesinatos, espionaje, traición, tráfico de personas y corrupción.

La última persona ejecutada en EE.UU. fue en noviembre del 2017. También ha habido españoles que han estado en el corredor de la muerte en EE.UU., como Pablo Ibar, un caso muy mediático debido a su complejidad. Estos presos se quejan del mal funcionamiento del sistema judicial americano, pues solo quien tiene mucho dinero puede contratar abogados e investigadores que lo defienda. En España, la última ejecución fue en 1974 y la pena de muerte se abolió en 1978.

Actualmente, en España se debate con intensidad la aplicación de la prisión permanente revisable, parecida a la cadena perpetua. Desde mi opinión, me parece una buena alternativa porque salvaguarda el derecho a la vida y además no es tan cruel como la pena capital. Creo que, como mínimo, la prisión permanente revisable ha de mantenerse, ya que existen determinados casos que por su crueldad, gravedad y brutalidad merecen, al menos, no salir de la cárcel automáticamente. Me vienen a la memoria casos de hijos asesinados por sus padres, otros casos de violencia de género, de terrorismo o aquellos en los que un simple chalado se lía a pegar tiros en el interior de un colegio.