Todas las personas nacidas en España desde mediados de la década de los 80 son ciudadanos europeos, es decir, han nacido dentro de la Unión Europea. A veces, cuesta hacerse una idea de lo que esto significa y de las ventajas que conlleva en nuestra vida diaria. Para acercar la idea de Europa a los estudiantes aragoneses surge el proyecto Europa en el Aula.

Esta iniciativa del Consejo Aragonés por el Movimiento Europeo está dirigida a alumnos de 3º y 4º de la ESO y 1º y 2º de Bachillerato y alcanza ya su tercera edición. El programa llegará este curso a 54 centros educativos y a más de 7.000 escolares que podrán conocer de primera mano lo que implica ser europeos.

El secretario general del Consejo Aragonés del Movimiento Europeo y representante permanente ante las instituciones europeas de la organización empresarial Cepyme Aragón, Miguel Ángel Lucía, es uno de los ponentes de las actividades que se realizan en los centros educativos. Estas se dividen en una charla en la que se explica a los estudiantes qué es Europa -«no desde el punto de vista histórico sino desde la influencia que tiene en su vida cotidiana», apunta Lucía- y un coloquio donde estos dan sus opiniones sobre Europa y plantean cuestiones sobre temas que les interesan.

Para Miguel Ángel Lucía, el objetivo principal de este proyecto es transmitir a los jóvenes que «estamos donde estamos» gracias a que formamos parte de la Unión Europea. «Difícilmente podríamos seguir adelante con nuestro sistema de democracia y libertades si no fuera dentro de esta estructura», asegura.

Al mismo tiempo, se intenta inculcar en las nuevas generaciones el sentimiento de ciudadanía europea, ya que «es fundamental que la gente se sienta ciudadana europea, porque todos lo somos, aunque hay gente que lo desconoce». Para Lucía formar parte de la UE es «un privilegio» y son muchos los beneficios que tiene tanto para los ciudadanos como para el país en el que vivimos.

En sus más de seis décadas de historia, la UE ha conseguido importantes logros, como la creación de un mercado común europeo, que se consolidó en 1993, con un número de 550 millones de consumidores que pueden circular e intercambiar mercancías libremente por este territorio. También, desde el 2002, los europeos comparten la misma moneda, el euro, una de las más importantes del mundo junto al dólar estadounidense.

Según Lucía, la UE también ha permitido poner en común políticas tan importantes como la agrícola, que «ha servido para regular los sistemas de producción y para hacer que los agricultores tuvieran un nivel de vida acorde con la realidad de su trabajo».

Por otro lado, se han establecido políticas de cohesión social «para que los países más avanzados tuvieran solidaridad con los menos desarrollados». Desde su entrada a la UE en 1986, España ha recibido más de 800 mil millones de euros procedentes de los fondos europeos de desarrollo.

Nuestro país también se ha visto beneficiado por su pertenencia a la UE en otros aspectos. «Estar integrado en una unión que prima por encima de los intereses individuales es importantísimo», sostiene Lucía, que pone como ejemplo las leyes. El Tribunal Europeo puede rectificar errores de los tribunales de cada uno de los países, como sucedió con el cobro de las cláusulas suelo de las hipotecas en España.

En cuanto a la inmigración, también existen políticas comunes de asilo y de control de fronteras, dice el ponente, y en asuntos económicos, que España forme parte de la UE permitió estabilizar la prima de riesgo durante la crisis y que la economía no se hundiera. «Que el país tenga esta cobertura que le dan el resto de países resulta fundamental», afirma Lucía.

Actualmente, tras la salida de la crisis, la UE afronta una nueva etapa. «Ahora mismo estamos en un tema más elevado, que es la Europa Social -indica el ponente-. Hablamos de derechos humanos y sociales, de inmigración... Es decir, un montón de áreas que afectan al desarrollo de las personas y que tienen que ir ligadas al desarrollo económico».

Para Lucía, «es hora» de consolidar otros aspectos de la vida como la creación de un Espacio de Justicia Europeo, «para que todos los ciudadanos de Europa sean iguales ante la justicia y que los delitos se persigan en todos los países de la misma forma». Y es que, sostiene, «nos dirigimos a una Europa más unida, una Europa federal con todos los elementos que esto conlleva».

Pero la Unión Europeo tiene otros retos a los que hacer frente. Según Lucía, el más importante es «el auge de los populismos y los nacionalismos que transmiten mensajes de desunión, sobre todo de los grupos de extrema derecha que están promoviendo la salida de Europa». Reino Unido fue el primer país en anunciar su salida de la UE y ya hay quien habla de un posible Frenxit. El experto indica que estos mensajes no tienen una base fundamentada, sino que «forman parte del egoísmo de una serie de personas», y considera que «en pleno siglo XXI no tienen ninguna lógica».