El Ramadán constituye uno de los cinco pilares del Islam. Durante aproximadamente treinta días el musulmán se abstiene de comer, de beber y de mantener relaciones sexuales/conyugales desde el alba hasta la puesta de sol. Además de esto, tiene que estrechar su relación con Dios mediante el rezo y la adoración. Cumpliendo con estas premisas se considera que se alcanza la purificación espiritual la reflexión y la disciplina .

Este mes sagrado tiene un importante significado religioso en la vida de los musulmanes ya que se considera el mes durante el cual se produjo la revelación del Corán, el libro sagrado de los musulmanes, al profeta Muhammad (Mahoma).

El ayuno en el Ramadán se celebra cumpliendo con un deber hacia Dios según dicta el Coran. En la comunidad musulmana se considera una falta muy grave no cumplir con este deber. Quien no cumple con el Ramadán puede ser reprochado, detestado e, incluso, expulsado.

Es muy común que se reúnan todos los miembros de la familia para celebrar juntos el mes del Ramadán, donde se preparan comidas muy copiosas y nutritivas para aguantar las horas largas del ayuno; después de romper el ayuno, van a la mezquita para realizar rezos grupales nocturnos específicos de este mes, llamados Salat Tarawih.

Las personas exentas de realizar el ayuno son embarazadas, mujeres en puerperio o que están con la menstruación, enfermos crónicos, graves, personas mayores y niños. Se plantea mucho la pregunta sobre el posible ayuno de los niños, ¿cuál es la edad ideal para hacerlo?

Los niños no están obligados a practicar el ayuno ni a cumplir estrictamente con el Ramadán hasta que no alcancen la pubertad, pero es muy habitual que los padres vayan habituando gradualmente a los hijos al ayuno y les vayan inculcando la importancia del cumplimiento de las premisas del mes de Ramadán.

Por este motivo, algunos niños llevan a cabo un ayuno parcial, de pocas horas o de unos cuantos días, aunque lo más común es que solo acompañen a los padres en los rezos. Normalmente, los padres atienden al estado emocional y de salud de sus hijos antes que al cumplimiento con el ayuno. A pesar de que el ayuno completo no está recomendado por los profesionales de la salud, ya que puede repercutir en el desarrollo y el crecimiento de los niños, muchos padres opinan que es más importante el Ramadán.

Las comidas copiosas ingeridas en un intervalo muy corto y durante la noche pueden dañar no solamente en los niños sino también puede afectar perjudicar a las personas adultas, por lo que siempre esta recomendable hacer poca comida pero sobre todo sana y equilibrada.