30 kilómetros de zona exclusiva peatonal, 134 kilómetros de carriles bici y más de 395 kilómetros de calles pacificadas (con límite de velocidad de 30 kilómetros por hora). Son cifras del 2019 de la ciudad de Zaragoza, que lleva años realizando acciones para mejorar la calidad del aire.

La puesta en marcha del tranvía o la incorporación de vehículos híbridos y eléctricos a la flota de autobuses y taxis de la ciudad son algunas de las medidas impulsadas por el consistorio. Al mismo tiempo, la ciudad ha apostado por ser más eficiente con viviendas de protección oficial con criterios bioclimáticos, ayudas a la rehabilitación de edificios con menor consumo de energía o proyectos de energías renovables en instalaciones municipales.

Sensibilizar a la población es otra vía para reducir la contaminación. Así, se fomenta la alimentación sostenible y de proximidad, la reducción de emisiones en la industria, la educación ambiental y el fomento de parques y zonas verdes.