Entro en el taller en busca de Sandra. Rara vez, detrás de esas máscaras de metal y entre las chispas de soldar, aparece el rostro de una mujer. La soldadura es un oficio entendido para hombres, si no por capacidad, al menos, por costumbre. Veo una chica con una melena rizada y detrás de la máscara veo a Sandra, es una chica a la que le aburren las tradiciones infundadas. Solo ella misma puede comprobar de qué es capaz. una mujer que al contar su historia se remonta a sus 17 años, cuando empezó sus estudios de soldadura en grupo San Valero.

- ¿Creciste en un hogar donde las mujeres y los hombres tenían distintas labores?

- No, he crecido en un hogar donde todos colaboramos en las tareas de la casa.

- ¿Sientes que como mujer tienes que esforzarte más?

- No creo que sea por el hecho de ser mujer. Yo creo que, a cada uno, independientemente de los estudios y el trabajo que elija, se le debe valorar por su esfuerzo, compañerismo y el buen hacer, cosas que no tienen que ver con en el género. Además, soy una persona a la que no le da miedo luchar por sus metas.

- ¿Hay más mujeres en tus clases?

- No.

- ¿Te tratan como una más?

- Cuando empecé el grado la gente se extrañaba, pero siempre me han tratado como una más.

- ¿Qué te gusta de la soldadura?

- No me puedo centrar solo en una cosa ya que me gusta todo.

- ¿Cómo entraste en el sector de la soldadura?

- Porque no me llamaba la atención ninguna de las ofertas escolares que había, así que decidí entrar en esta y no me arrepiento de la decisión.

- ¿Qué te parece esta profesión?

- Me parece una profesión entretenida, divertida y estar al pie del cañón con los retos me gusta.

- ¿Por qué diste el paso para entrar en este mundo?

- En casa, desde pequeña, veía a mi padre hacer diversas cosas: fontanero, mecánico, etc. era un manitas y siempre me ha llamado la atención y he procurado ayudarle. Cuando en San Valero me llevaron a talleres en 4º de ESO, me enganché.

- ¿Hay opciones para una mujer en profesiones masculinizadas?

- No tengo ni la menor idea porque solo cuento mi experiencia, que es poca.

- ¿Qué les dirías a las mujeres?

- Lo mismo que le diría a un hombre, que hagan lo que les guste sin importarles lo que piensen los demás.

Es por todo ello que Sandra anima a todas las estudiantes "a que sean ellas mismas las que elijan su futuro, dejando a un lado las tradiciones o estereotipos; deben tener criterio propio y no dejarse influenciar porque, si les sale mal, siempre tienen la opción de dejarlo y hacer otras cosas".