La madre naturaleza es tan sabia como caprichosa. España necesita urgentemente que llueva para paliar los efectos de la tremenda sequía que está azotando al país, pero con mirar al cielo y pedir no basta. Mientras tanto, el planeta necesita la colaboración de todos, por pequeña que sea, para seguir cuidándolo. En casa, de forma sencilla, se puede ahorrar más agua de la que pueda parecer.

Algunas acciones muy fáciles de llevar a cabo en el ámbito doméstico son, por ejemplo, cerrar el grifo mientras se lavan los dientes o en el afeitado. Con este pequeño gesto se pueden ahorrar hasta dos litros por minuto. En cuanto a los electrodomésticos, es mucho mejor por ejemplo utilizar el lavavajillas que fregar a mano. Además, igual que con la lavadora, se recomienda para ahorrar agua no utilizarlos hasta llenarlos lo máximo posible. A la hora de ir al baño, muchos retretes ya tienen dos botones que regulan la cantidad de agua utilizada. Si no se tiene, un sencillo truco es poner dos botellas dentro de la cisterna para que se use menos agua cada vez que se tira de la cadena.

A la hora del aseo personal, en caso de tener la opción de ducharse o de bañarse, se utiliza mucha menos agua con una ducha. De hecho, es una de las diferencias más notables ya que llega a los 150 litros por cada lavado, por lo que si se multiplica por un año entero son miles de litros los no malgastados. Y eso multiplicado por millones de personas… Por supuesto, es muy importante cerciorarse de que los grifos no gotean. Parece una pérdida insignificante, pero la cifra de agua derrochada puede llegar hasta los 30 litros por día.

Además, si se tiene un jardín, se ahorra agua regando de noche, ya que durante el día el sol y el calor evaporan parte del agua usada. Por eso, el atardecer y el amanecer son dos buenos momentos. También teniendo una botella o jarra agua fría en la nevera siempre se evita dejar correr el agua del grifo hasta que sale fría.