Dentro del III ciclo de conferencias organizado por el IES Pablo Gargallo, tuvo lugar el pasado 23 de marzo la conferencia El mundo de la escena, impartida por José Luis Esteban, exalumno del centro y magnífico actor, con una larga carrera de más de 30 años. Precisamente fue en nuestro instituto donde el teatro apareció en su vida y la cambió por completo: de ser un joven tímido pasó a descubrir que podía influir en la vida de los espectadores. «Lo que más adoro de este oficio son los espectadores, sin los cuales nada tendría sentido. El espectáculo existe si es contemplado. Mi oficio es un arte milenario. El teatro es un enfermo que goza de mala salud pero que sigue siendo demandado, cada vez más, por los espectadores», explicó el ponente.

José Luis Esteban nos explicó que hoy en día un actor tiene que saber de todo si quiere dedicarse a la interpretación: declamar, cantar, bailar, hablar inglés, trabajar en todo... En una palabra, versatilidad. Este oficio ofrece un alto grado de realización personal pero también exige tener un alto grado de autoestima -que nada tiene que ver con el talento- y, a la vez, exige tener la modestia y la humildad imprescindibles para conseguir ser altamente cualificado.

Este actor se considera a sí mismo un «entretenedor», entendido como alguien que pone su arte a la altura del público, porque «son los intérpretes los que tienen que acercarse al espectador». La ventaja de este oficio es que tiene la capacidad de transmitir y mostrar a la gente algo que desconoce. Contemplar un acto teatral suscita una reacción en el espectador, un mensaje que cala e influye en su vida.

Para terminar, quiso realizar un homenaje a la palabra, una realidad según él capaz de conjurar y convocar: «La palabra no se dice, se hace». Y por supuesto, manifestó que no está de acuerdo con el eslogan de que «una imagen vale más que mil palabras».