Siempre se ha dicho que Aragón es tierra de cine. Desde los inicios del séptimo arte, la comunidad ha estado ligada a la magia de contar historias en movimiento. Tenemos personajes como el turolense Segundo de Chomón, uno de los grandes pioneros a nivel mundial de lo que hoy conocemos como efectos especiales, y grandísimos directores como el calandino Luis Buñuel, quien fue el primer español en lograr el Oscar a la Mejor Película extranjera por 'El discreto encanto de la burguesía'.

Aunque no hace falta remontarse al pasado para afirmar que Aragón es un territorio cinéfilo. Ejemplos más recientes como los de las directoras Paula Ortiz, nominada a los Oscar por la película 'La novia', y Pilar Palomero, ganadora del Goya a mejor directora novel y a mejor película, por 'Las Niñas', demuestran la gran calidad del cine hecho en Aragón. "Existen muchos ejemplos actuales para la gente joven de que con talento y ganas de hacer las cosas bien, se puede. Ahora ya no hay ese tabú de hace 15 años de que un cineasta aragonés no podía soñar con ganar un Goya", asegura Jesús Marco, presidente de la Academia del Cine Aragonés.

El triunfo de la película 'Las Niñas' en los principales premios del cine español, donde ha logrado cuatro de los nueve Goyas a las que optaba, es un ejemplo de la buena salud del cine aragonés y del buen caldo de cultivo que existe en la comunidad desde hace tiempo en torno al séptimo arte. Según Marco, los excelentes centros de formación en comunicación audiovisual, el apoyo económico de las administraciones aragonesas a los proyectos cinematográficos y el gran talento de la gente de la tierra, delante y detrás de las cámaras, explican el despegue de la industria del cine en Aragón.

La directora zaragozana Pilar Palomero, ganadora de cuatro premios Goya por su película 'Las Niñas'. FOTO: CHUS MARCHADOR

"Todas estas cosas se están notando muchísimo y al haber más gente dedicada al cine en la comunidad es más fácil que alguien sobresalga", cuenta el presidente de la academia, que añade: “Actualmente, existe una nueva generación de cineastas aragoneses muy potente. Tenemos muchos referentes actuales, incluso mujeres, para poder presumir del cine y el talento aragonés".

Cuánta gente hace falta para hacer una película

En Aragón se ruedan cada año en torno a unos 10 largometrajes, una media de 30 cortos y unos 20 documentales. «Ahora con la pandemia, lo que más ha aumentado es el rodaje de documentales, quizá porque tienen más salida y es más fácil vendérselos a las plataformas de televisión tipo Netflix, y porque también se pueden estrenar en cines”, detalla Marco.

Esto abre las puertas a numerosas salidas laborales en la industria cinematográfica en la comunidad sin necesidad de irse fuera. «Lo que más se ve de una película es el director y los actores, pero detrás de ellos hay un montón de gente sin la cual no se podría hacer cine», afirma el académico.

Desde el personal de producción que planifica y busca localizaciones, el encargado del vestuario, el maquillaje y los decorados, los técnicos de imagen y sonido que intervienen en el rodaje y los que se encargan de montar la película una vez se han rodado las imágenes, son muchos los oficios y profesionales del mundo del cine.

Para Jesús Marco, basta con quedarse hasta el final de una película y ver todos los créditos para darse cuenta de la gran cantidad de gente que trabaja en ella y come de ella. «Una película no se hace con solo dos o tres personas, por eso ir al cine cuesta lo que cuesta”, apunta.

Las actrices principales de la película 'Las Niñas', ambientada en la Zaragoza de los años 90. FOTO: SERVICIO ESPECIAL

El cine y la cultura, una vacuna contra el aburrimiento

El despegue de la industria del cine en Aragón se ha visto lastrado este último año por la pandemia de coronavirus. “Los rodajes se complican y se multiplican por dos los costes para hacer una película. Muchos rodajes se han tenido que suspender porque eran inviables, con toda la pérdida económica que eso conlleva”, lamenta el presidente de la academia aragonesa de cine.

Al mismo tiempo, la crisis sanitaria ha revelado que la cultura es la mejor vacuna contra el aburrimiento. “El cine y la cultura en general fue lo que nos salvó durante el confinamiento”, recuerda Marco, quien lo define como "una válvula de escape frente a la realidad". Por eso el cine es ahora más necesario que nunca. “El escuchar historias de otros nos lleva a otros mundos, nos lleva a crecer y a soñar, y eso es algo que el ser humano necesita”, dice Marco.

Además, según el presidente de la academia aragonesa de cine, la tecnología y la forma de hacer cine han evolucionado con el tiempo. "La informática ha democratizado el cine, que ya no es tan elitista porque se han abaratado mucho los costes y eso ha hecho que la gente joven se acerque más a este medio”.

Pero la esencia del cine se ha mantenido intacta. «Ir a una sala de cine tiene algo de catarsis, el poder emocionarte, reír y llorar junto a otras personas al ver una película es un acto social que va más allá del mero consumo de un producto audiovisual", concluye Marco.

Las claves del éxito de 'Las Niñas'

Quien todavía no haya visto ‘Las Niñas’ de Pilar Palomero, ganadora del Premio Goya a mejor película, se sorprenderá al ver cómo era Zaragoza en los años 90. Gracias a un cuidado maquillaje, arte y vestuario, la ciudad viaja hasta el 1992 trayendo el recuerdo de juventud a quienes vivieron su adolescencia en aquella época. Pese a que es más sencillo rodar en ciudades como Madrid o Barcelona, Pilar Palomero quiso que su película se rodase en Zaragoza. El IES Miguel Servet, el barrio de Torrero o el parque José Antonio Labordeta, son algunos de los escenarios de la ciudad por los que transcurre la historia y que cualquiera podrá identificar.

La protagonista de 'Las Niñas' es una niña de 11 años llamada Celia, interpretada por la joven aragonesa Andrea Fandos. FOTO: SERVICIO ESPECIAL

La película ‘Las Niñas’ es un retrato del paso de la infancia a la adolescencia así como de la educación que recibieron muchas mujeres que ahora rondan los 40 años. La protagonista de la historia es Celia, una niña de 11 años, interpretada por Andrea Fandos. Al igual que Fandos, todas las niñas que aparecen en la película son aragonesas y para muchas ha sido su primera experiencia como actrices, como nos contaban en estas páginas hace un par de semanas las alumnas del IES Pedro de Luna Ainara Nieto y Elisa Martínez, que dan vida a Clara y a Leyre en la película.

La educación, la religión, la sexualidad, las madres solteras, las discotecas, el alcohol, el deseo de ser mayor y los primeros novios, son algunos de los temas que aborda ‘Las Niñas’. Pilar Palomero ha hecho historia, ya que nunca antes un director o directora había ganado el primero Goya a la Mejor película con su primer largometraje.

Según Jesús Marco, presidente de la Academia del Cine aragonés, ‘Las Niñas’ es una película con un presupuesto muy pequeño, una historia sencilla con la que todos nos podemos sentir identificados. Y precisamente ahí está la clave de su éxito. Frente a las superproducciones hollywoodienses y las fantasías marvellianas que según Marco ya "aburren un poco" a la gente, existen películas como ‘Las Niñas’ que "hablan de nosotros mismos, de lo cotidiano y de temas tan universales como es la adolescencia".