Al igual que las ciudades se han adaptado al uso de las bicicletas en sus calles, el ‘skateboard’ requiere de espacios donde poder practicar en mejores condiciones una actividad que cada vez tiene más adeptos y que no siempre se lleva bien con los peatones y el tráfico. La práctica del ‘skateboard’ está prohibida en Zaragoza en lugares como la plaza del Pilar. Además de un espacio de ocio y reunión, los ‘skatepark’ son un refugio para las multas a los aficionados, que pueden practicar su deporte de forma legal y sin dañar el mobiliario urbano.

Un ‘skatepark’ es una instalación diseñada para que cualquier persona se anime a deslizarse y pueda progresar y evolucionar. Existen rampas, bordillos, desniveles y barandillas adaptados para cualquier nivel. En el de Zaragoza, la joya de la corona es la bañera o ‘bowl’. Sus formas permiten rampas suaves hasta una pendiente que parece un muro, pensada para profesionales.

El Ayuntamiento de Zaragoza insinuó este mes de febrero que quiere trasladar el ‘skatepark’ a una nueva ubicación, dentro de la operación urbanística para financiar la remodelación del estadio de fútbol de La Romareda.

El anuncio ha provocado la protesta de los ‘skaters’, que llevan años luchando por tener esta instalación y por mejorarla. De hecho, hay una tercera fase en marcha para introducir una zona ‘street’ en la que se simulen los obstáculos que se pueden encontrar patinando por la calle. «No podemos quedarnos sin ‘skatepark’ ni dos meses», asegura Richy Pérez, del Zaragoza Skateboarding Club, que destaca la gran afluencia que tiene el espacio, único en la ciudad, donde centenares de personas practican su deporte favorito a diario.