No hay nada más eficaz que predicar con el ejemplo. Esto es lo que hace bonÀrea Agrupa, que comparte como bandera su lema Directo del campo , el lugar que vio nacer a la empresa catalana tras la reunión de un pequeño grupo de agricultores y ganaderos, el lugar que se sitúa en el centro de su actividad y el lugar que hace posible el cumplimiento de su objetivo principal: hacer llegar los productos alimenticios del campo al cliente, sin necesidad de intermediarios.

Y con la mentalidad fija en esta meta, bonÀrea Agrupa ha logrado a lo largo de los años la integración vertical de cada una de las actividades propias del proceso productivo del producto cárnico, así como del resto de alimentos que comercializa, consiguiendo cerrar el ciclo de la economía circular y manifestando un modelo empresarial y productivo único. Desde el control y la fabricación propia de piensos, la integración de las explotaciones, la elaboración propia de los productos alimenticios, hasta el control de la calidad y seguridad alimentaria, la distribución diaria y la venta directa por medio de las más de 460 tiendas bonÀrea ubicadas a lo largo del territorio español. Todo ello desde el centro logístico y alimentario de la entidad en Guissona, al que se añadirá en el año 2029 el macrocomplejo que la empresa está construyendo en la localidad aragonesa de Épila.

Además, no solo las actividades dedicadas a la ganadería, la alimentación animal y humana y los servicios agropecuarios conforman el proceso productivo de bonÀrea, sino que también cuenta con un catálogo de servicios del sector energético, como muestran las gasolineras de la marca, que se une a los servicios de finanzas, seguros, asesoría y comunicación.