Bejo tiene (se hizo) el logo más simplón de la industria musical y, a la vez, el más acertado: el clásico dibujo infantil de un pene. Hace poco de rapero, pero es que él difiere del tópico del gangsta. Un logo tan magnético como sus canciones, su manera de rapear y su estética, que conforman un universo (el bejismo) con lenguaje propio. Rap festivo, vacilón. Este canario lleva tiempo siendo uno de los protagonistas de la nueva ola de la música urbana española. En solitario y con su grupo, Locoplaya, un trío canario que completan Uge y Don Patricio. En sus conciertos, con look playero, reparten caramelos, fruta, pelotas hinchables… Algo así como una fiesta infantil para niños mayores.

El universo de Bejo (Borja Jiménez, 24 años) no se entiende sin las imágenes que crea, sus videoclips. Esta última semana, una de sus creaciones ha protagonizado parte del runrun digital. El canario puso a subasta en eBay uno de sus dibejos, una lámina pintada a rotulador, y en tres horas llegó a los 125.000 euros (precio inicial: 0,10 euros). Hace años que pinta, pero nunca ha vendido ningún cuadro ni expuesto nada. Sí que los mostraba en sus redes sociales. «Mucha gente me decía: ‘¿Por cuanto me lo vendes?’ Lo del precio es tan relativo… Pensé que lo mejor era que quien me quiera dar más, que se lo lleve», explica. «Nunca lo he hecho con ninguna pretensión, al igual que con la música», añade sobre su carrera.

Después de un primer intento de subasta fallido el 3 de enero (eBay suspendió la puja porque faltaban datos del artista), el día 6 volvió a lanzarla. En media hora alcanzó 6.100 euros. A los 60 minutos: 11.711. En dos horas: 100.000. Y tras 19 horas: 125.901. «Esto ha sido una sorpresa para todos. Hablando con mis amigos me decían: ‘Pues si lo vendes por 100 euritos, agüita’». Este viernes al máximo pujador le entró un ataque de pánico y desapareció de internet. Nueva cifra: 70.100 euros. Horas después: 100.200 euros. «Supongo que el transcurso normal de una subasta es que se decida todo el los últimos 5 minutos. Esto va a ser como una telenovela hasta el domingo por la noche», opinaba antes del cierre.

Y el final de la serie fue este. El señor eBay a las 21 horas de este domingo dio con el mazo y gritó: ¡Adjudicado por 100.900 euros!. La reacción de Bejo: emoticono de sorpresa.

La cuantía de la puja sumada a la banalización de la mentira en el entorno de internet creó (crea) sospechas. «Yo entiendo que mucha gente no se lo crea, piense que es mentira, que me he autopujado, que es una campaña de marketing», aceptaba durante la subasta. «No me he pujado a mí mismo, ni mi primo, ni mi abuela, ni mi cuñado», aseguraba.

¿Y por qué tanto interés en un lienzo de Bejo? «Igual que me gusta grabar canciones, me pongo a pintar… Aunque sea de distinto medio es la misma persona quien la hace. Y, obviamente, todo eso en su conjunto tiene su conexión». Todas estas conexiones que comenta Bejo, que confluyen en sus canciones, se cristalizan en sus videoclips. Mucho suma más de 10 millones de visualizaciones en Youtube, el clip que consolidó al bejismo, ese mundo fantástico en el que todo son playas. «Supongo que surge de donde vengo, de Canarias, que después he estado en Madrid, que me gustan muchas cosas distintas. No solo escucho música que me inspira sino todo lo contrario. Es todo un popurri en mi cabeza», cuenta sobre los cimientos del bejismo.