Que pinten, que escriban, que creen en su hora azul, siendo esta las horas en las que Sylvia Plath creó sus últimos poemas; desde las 4 hasta las 8 de la mañana porque «era el único tiempo que sacaba a sus quehaceres domésticos». Esto es lo que les pidieron a 17 artistas desde la galería La casa amarilla y los trabajos pueden verse hasta el 1 de diciembre. La muestra está inspirada en los poemas de octubre que la escritora Sylvia Plath recogió en el poemario Ariel. Y el resultado es que «las horas azules de los artistas actuales son muy problemáticas», asegura Chus Tudelilla, comisaria de la exposición.

Si algo caracteriza a la galería es que sus exposiciones están siempre inspiradas en un libro. En esta ocasión son los poemas de Sylvia Plath porque «es una poeta muy conocida pero no por sus escritos si no por otras circunstancias»; y sin embargo «su poesía es una poesía de la experiencia y lo maravilloso y extraordinario de su trabajo es que trasciende su propia experiencia y todos somos partícipes» de los hechos que le provocan esa escritura. Plath fue además una autora «radicalmente comprometida con su época porque le interesaba lo que pasaba a su alrededor y tomó posición como mujer, en relación a su marido, también escritor, al sistema patriarcal, a la vida doméstica, a sus hijos». En este sentido, su poesía sigue «muy actual porque han cambiado cosas pero aunque la mujer está en una situación diferente, siguen siendo mayores las dificultades».

OBRAS MUY INTENSAS

Chechu Ávila presenta un retrato de Sylvia Plath, Nacho Bolea unos ensamblajes, Jorge Fuembuena, una imagen de una acróbata; Louisa Holecz, una máquina de escribir con un alambre y lana negra; Cristina Huarte, unos dibujos; Diana Larrea unos carteles; Lina Vila unos dípticos. «Son obras de una intensidad tremenda», reconoce, porque «hay mucho de universo personal pero hablan de algo que nos concierne y quienes los observamos nos vemos reflejados de una u otra manera».

También exponen Antuán Duchamp, Joana Cera, Virginia Espá, Mónica Machín, Fernando Martín Godoy, Vícky Méndiz, Sandra Montero, Begoña Morea Roy, Charo Pradas y Sarah Shackleton, «la mayoría mujeres, pero no las únicas». Todas son «experiencias vividas, obras creadas en horas azules y en tiempos en los que la creación son complicados.

Además de la exposición, desde la galería se han organizado también jornadas, encuentros con mujeres que crean; y proximamente se presentarán los primeros datos del observatorio de género de las artes visuales en Aragón, a cargo de La casa amarilla y la asociación cultural Nómadas por la creación; porque la mujer lo sigue teniendo difícil en el arte y en la vida.