Cucurrucucú Paloma, La la la o Que se mueran los feos son temas que están en la cabeza de cualquiera que haya asistido más de una vez a una verbena de pueblo. Por ello, el trío musical Los tres norteamericanos, formado por el cantautor Joaquín Carbonell, Roberto Artigas y David Giménez, han querido rendir homenaje a estos temas de los años 60 grabando un nuevo disco, de nuevo en directo. El resultado: Live in Cariñena desde el Olimpia, nombre que hace referencia al teatro en el que se grabó. El pasado viernes presentaron el disco en esta misma sala y Carbonell asegura que, a pesar de la lluvia, que hizo que no se acercara tanta gente como podrían haber esperado, fue «muy bien, fenomenal». Este viernes lo presentan en Zaragoza a las 19.30 horas en el bar Drinks&Pool de Conde Aranda.

El disco se grabó hace unas cuantas semanas, durante las fiestas de San Valero en Cariñena, donde actuaron frente a una sala «a rebosar de vecinos». En la grabación del mismo también participó el grupo musical Los Empleados, conformado por José Luis Arrazola, Richi Martínez y Quique Casanova. Durante el concierto, el trío interpretó las 17 canciones que hoy conforman el disco. Estos temas fueron elegidos, según Carbonell, porque, «a pesar de que son canciones que todo el mundo conoce, no fueron número uno en su momento». Las excepciones son La la la, que se ha incluido por el 50 aniversario del triunfo de España en Eurovisión con Massiel; y Bailando, una canción de Enrique Iglesias de la que Giménez hace una versión con un ukelele. Este es el segundo disco del grupo, después de Live in San Martín.

EXITOSA CARRERA

El año pasado, Los tres norteamericanos sumaron más de una veintena de espectáculos en Aragón, lo que les convirtió en uno de los grupos musicales más requeridos. Este año, según cuenta Carbonell, esperan que Los Empleados se unan a ellos en los conciertos. «El problema es que a veces te llaman de pueblos pequeños que tienen poco presupuesto y no podemos ir todos, es decir, los seis. En ese caso vamos Los tres norteamericanos solo porque, cómo no vas a ir si te llaman con tanta ilusión», relata Carbonell.

Este grupo de música sesentera nació hace dos años casi de casualidad. «Empezamos como un juego y seguimos como si fuera un juego. Nos lo tomamos muy en serio pero lo hacemos para divertirnos. El día que suframos por esto se acabará». Carbonell también cuenta que comenzaron a tocar en eventos benéficos sin cobrar hasta que un alcalde les contrató. «Así he hecho yo las cosas toda mi vida. Cuando empiezo con algo nunca pienso que voy a ganar dinero con ello».

La ironía es una de las claves de sus espectáculos, en los que mezclan música con toques de humor en los que se ríen de sí mismos. «La gente que viene se pregunta si esto va en serio o en broma, porque hacemos muchas tontadas, pero las canciones las cantamos muy muy bien», dice Carbonell.